Los datos dados a conocer ayer por el Inegi no dejan lugar a dudas: el brillo del sector automotor mexicano está ausente. Y nadie habla de ello en el gobierno, ni el Presidente, ni la secretaria Graciela Márquez, ni Alfonso Romo.
Es como si la gran industria que potenció a México en las últimas dos décadas fuese un zombie, a la espera de un alma caritativa que le revitalice. Sólo los actores propios del sector, la AMIA y la AMDA, insisten que debe priorizarse.
2019 fue un año terrible: México produjo 4.5 por ciento menos autos que un año atrás. Del total de vehículos producidos; es decir, de las 3 millones 750 mil unidades, se exportó 88 por ciento. Sin embargo, esta cifra de exportación representó una caída de más de 3.3 por ciento respecto del año anterior.
El cocktail de razones de este problema incluye: (1) los coletazos de la renegociación del T-MEC y de la política “America First” de Donald Trump, que motivó a empresas estadounidenses a repensar sus operaciones manufactureras en los últimos años; (2) la caída de 1.6 por ciento en las ventas de autos nuevos en el mercado de Estados Unidos en 2019; y (3) la revolución de la movilidad, que está incluyendo innumerables nuevas alternativas en adición a los autos convencionales.
Entre las medidas que puede tomar México para que este sector recupere el brillo que tuvo en las últimas décadas están la posibilidad de que el gobierno active una política sectorial integral, que incluya una búsqueda proactiva de inversiones en armadoras y empresas de autopartes, como ocurría tiempo atrás.
Ya no hemos escuchado anuncios de inversiones automotrices en México, y esa es una carrera donde no deberíamos bajar la guardia. El gobierno de AMLO no debe esperar a que estas empresas lleguen de manera natural tras lo acordado en el T-MEC. Eso reflejaría una visión muy corta y dejaría en situación vulnerable y estancado a ese sector. En ese propósito los gobiernos estatales también deben retomar y acompañar masivamente las invitaciones para invertir en el país.
El mercado de autos estadounidenses continuó por arriba de los 17 millones de unidades anuales en 2019. Sin embargo, las previsiones para 2020 ya incluyen una reducción mayor que imposibilitará que se alcance esa misma cifra.
De hecho, la caída este año podría llevar a ese mercado a las 16.7 millones de unidades, lo que implicaría nuevamente un descalabro potencial para las exportaciones mexicanas.
TRUMP, GRANDE
Fenomenal discurso de Donald Trump ayer a mediodía para bajar la tensión y reorientar al mundo: invitando a la OTAN a retomar su camino; hablando de frente al pueblo y al gobierno de Irán; firme en la defensa de la civilización occidental. Lo que todos necesitábamos. Por eso todos los indicadores de mercado reaccionaron positivamente de forma instantánea.
POR CARLOS MOTA
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