Violencia política en razón de género

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado definió la agenda prioritaria de los primeros meses del año; en ella no incluye temas de violencia contra las mujeres. Esperamos que la omisión sea un error que se corrija a la brevedad. Así como el año pasado aprobaron la paridad de género, confiamos que en las primeras semanas del año las y los senadores aprueben íntegramente la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman diversas leyes, a fin de tipificar y sancionar la violencia política en razón de género. Todas las mujeres dedicadas a la política de una u otra forma la hemos padecido, por eso considero que será fundamental dar el sí a la minuta que aprobó la Cámara de Diputados.

Por décadas las mujeres han dado la batalla por reformas encaminadas a lograr la equidad tanto en la esfera pública como privada para que no haya limitaciones en el ejercicio pleno de los derechos políticos, por eso el llamado a los senadores es importante: hoy están nuevamente a prueba y ya veremos si aceptan dar ese importante paso, porque, lo debemos decir, la violencia política existe. El reto de los legisladores es elaborar leyes que respondan a las necesidades de las mujeres. Si partimos de las pésimas condiciones en que hoy vive la mujer, no hay pretexto para frenar leyes que tipifican la violencia política en razón de género.

Luego de hacer un análisis de la minuta que se aprobó en la Cámara de Diputados, creo que todos los conceptos que incorpora son importantes, porque garantizarán el pleno respeto y ejercicio de un cargo, labor o actividad, así como el libre desarrollo de la función pública, toma de decisiones y libertad de organización. En el PRD estamos comprometidas con el tema de género, cumplimos con lo que la ley señala en cuanto a capacitación de liderazgos, y fuimos pioneros en el tema de paridad de género en las planillas de candidatos a cargos de elección popular.

Por eso vemos con excelentes ojos que se reconozca como una violación a la ley la ridiculización, expresión de bromas hirientes, restricción del uso de la palabra, agresiones verbales, descalificación de sus aportaciones, hostigamiento, coacción, obstaculización de su trabajo, ataques físicos y psicológicos, acoso y hostigamiento sexual, amenazas, intimidación, presión o cualquier acto u omisión que tenga como consecuencia la solicitud de licencia, separación o renuncia de una candidatura, cargo o desempeño. Con esta iniciativa no sólo se evitan las llamadas Juanitas, además establece sanciones para partidos y candidatos que distribuyan propaganda que calumnie, denigre o descalifique a una candidata, basándose en estereotipos con el objetivo de afectar su imagen o limitar sus derechos, o divulguen imágenes, mensajes e información privada con el propósito de poner en entredicho su capacidad o habilidades para la política.

Otro de los temas relevantes de la minuta se refiere a la obligación que tendrán los partidos de garantizar la participación de las mujeres en la integración de los órganos internos de dirección y espacios de toma de decisiones de los partidos.

En el caso del PRD, incluimos en la última reforma a nuestros estatutos la figura de Progresividad del Derecho.

POR KAREN QUIROGA ANGUIANO
INTEGRANTE DE LA DIRECCIÓN NACIONAL EXTRAORDINARIA DEL PRD
@KARENQUIROGAA



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