Ante el aumento en la tarifa del transporte público en el Estado de México, ya se pueden encontrar en estos días pegotes en las unidades con el escudo de nuestro estado y con el logotipo del gobierno de Alfredo Del Mazo, que nos recuerda la afrenta contra la población con la leyenda: “Pasaje mínimo 12 pesos”.
Y esto, ¿por qué es asunto de todas y todos? Pues porque las razones o justificaciones del secretario de Movilidad mexiquense son simplemente mentiras, iniciando por las motivaciones del incremento: el secretario dijo que se realizó debido a la actualización de los precios de los insumos.
Claro, usted y yo, por sentido común al escuchar “insumos”, pensamos en el gas, el diésel o la gasolina, pero esto en realidad no cuadra porque el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador logró contener esos precios.
Entonces, ¿de qué insumos habla Raymundo Martínez Carbajal? Pues de la instalación, que el propio gobierno decidió, de videocámaras para que todos podamos ver en videos virales (cada vez más frecuentes) los asaltos de los que son víctimas la mayoría de los usuarios de transporte público; porque se llenan la boca diciendo que se han instalado 13 mil cámaras de seguridad, pero ni una palabra sobre cuántos arrestos y consignaciones significan.
Y, claro, como hubo protestas (legítimas) de los transportistas que estaban siendo obligados a comprarle “sospechosamente” a un único proveedor que vendía con sobreprecio, pues tomaron la decisión de pasarle la factura a la población.
También, el gobierno del estado, a través de (no olvide usted este nombre) Raymundo Martínez Carbajal, informó que con estas duras negociaciones con los transportistas, que querían un aumento de 4.50 pesos y que él hábilmente (sarcasmo) logró obtener que sólo fuera de dos “pesitos”, se evitó la posibilidad de paros y movilizaciones del sector transportista, porque los paros y las movilizaciones de la población les valen un cacahuate.
Pues eso también es una vil mentira, dado que son muy pocas las personas que utilizan un solo tramo para transportarse, por lo que el incremento será de más de dos pesos por cada una; pero, más aún, una persona tampoco utiliza una sola unidad al día y si a ello agregamos que las familias en promedio son de cinco o seis integrantes, los famosos “dos pesitos” serán en realidad cientos o incluso miles por familia; y todo esto no es que no lo vea el secretario, sino que sencillamente no lo conoce porque vive en una burbuja; vive en este mundo, pero no pisa el mismo suelo.
Y, finalmente, han dicho también que el incremento no es un cheque en blanco, dado que los empresarios del transporte suscribieron “importantes” compromisos, pero no han dicho cuándo deben cumplirlos y las sanciones a las que se harán acreedores, de no hacerlo. Si para el reemplacamiento hay fechas y sanciones específicas, ¿por qué para el tarifazo, no?
POR DANIEL SERRANO
LIDERAZGO POLÍTICO DE IZQUIERDA EN EL EDOMEX
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