La crisis de Soleimani en Europa

La Unión Europea ofreció su mediación para retomar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán

VARSOVIA. Con gran cautela reaccionaron los europeos a la muerte del general Qasem Soleimani, el jefe de las Operaciones Especiales iraníes en el extranjero, asesinado por los estadounidenses el viernes pasado en Irak. Todos llamaron a la moderación y pidieron evitar la escalada de tensiones que podría involucrar a varios países de la región, especialmente a Irak donde está creciendo la influencia iraní.

Algunos, como Alemania, reconocieron que matar al más importante militar iraní fue la reacción de los estadounidenses a las provocaciones de Irán, sin embargo, esta decisión no necesariamente ayudaría a solucionar los problemas regionales.

Hasta en Polonia, que se considera el fiel aliado de los estadounidenses, hubo declaraciones muy reservadas e invitación a preservar la unidad euroatlántica. La Unión Europea (UE), a través del alto representante Josep Borrell, ofreció su mediación para retomar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán, prácticamente muerto desde mayo de 2018, cuando el presidente Donald Trump decidió retirar a Estados Unidos de este compromiso.

La última en reaccionar fue la Alianza Atlántica conocida por una turbulenta presencia militar en el suelo iraquí entre los años 2004–2011, a raíz de la intervención americana en este país. En la actualidad, la OTAN está realizando una misión no militar de capacitación en Irak y sus actividades quedaron suspendidas este sábado para garantizar la seguridad del personal.

Ahora bien, más allá de las cautelosas declaraciones oficiales, en todos los gabinetes europeos de seguridad transcurren intensos debates sobre las consecuencias del ataque estadounidense. Esta semana se organizan también varias reuniones a nivel ministerial para tratar el tema. Al fin y al cabo, el Medio Oriente es la región vecina de la UE y de la OTAN, y cualquier desestabilización podría afectar gravemente a Europa como lo demostró hace poco la guerra civil en Siria, generando un éxodo humano precisamente hacia el continente europeo.

Desafortunadamente, los estadounidenses y los europeos tienen visiones distintas sobre Irán. Mientras que la UE sigue empeñada en recomponer el acuerdo con este país, que ya anunció la reactivación plena de su programa nuclear, el secretario de Estado, Mike Pompeo, expresó la decepción por la insuficiente cooperación europea en la última operación contra Irán. “Para ser sincero –dijo, mencionando a los británicos, franceses y alemanes– los europeos no fueron de tanta ayuda como me gustaría que fueran”.

Por lo pronto, las líneas aéreas de varios países europeos decidieron cambiar sus rutas evitando el espacio aéreo de Irak, donde hasta ahora se concentraron los ataques de EU contra los objetivos iraníes.

Todos en Europa están a la espera de la reacción de Irán. Ésta puede tardar en materializarse, aunque queda claro que ningún europeo quiere la escalada de tensiones y no se sumaría fácilmente a Washington para apoyar a los americanos en su guerra contra Irán, en caso de que se llegará a este punto.

POR BEATA WOJNA

PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@BEATAWOJNA 

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