Año nuevo, vicios de siempre

Los primeros días arrancan con un conflicto entre Irán y EU, la prisión a Javier Duarte y el tema García Luna

El 2020 comenzó muy movido, probablemente más que otros años.

Primero, en el ámbito internacional, Donald Trump metió a la conversación, por enésima ocasión, la llamada “tercera guerra mundial”.

Desde que inició su mandato, o antes, sabemos que el Presidente de Estados Unidos es un tipo visceral, de decisiones precipitadas y su visión proteccionista del mundo.

Hoy tiene al mundo bromeando con la tercera guerra mundial, pero sus decisiones no están lejos de provocar un enfrentamiento de gran escala.

En últimos días, en una especie de batalla por ver quién puede más, Irán y Estados Unidos se han atacado y vengado prácticamente diario en lo que lleva el año, cada vez aumentando el nivel, al grado que el presidente Donald Trump mencionó que no tolerará un nuevo ataque, y de haberlo, ya tendría 52 objetivos a lo largo de Irán para destruir.

Sabemos que los líderes religiosos en la región no se caracterizan por la prudencia.

Es ahí donde deriva la preocupación a nivel global de subir el tono, al grado de involucrar a otra potencia en el conflicto.

POR SI NO FUERA SUFICIENTE

Resulta que el día de ayer estaba en discusión el permitir que Javier Duarte, el gobernador más sinvergüenza que recuerde la historia reciente, llevará su proceso en libertad. De por sí, ofende y bastante, que su condena ascienda únicamente a nueve años.

No nos permitamos olvidar que el exgobernador de Veracruz participó y lideró una red que desvió al menos 223 millones de pesos, misma que simuló estar tratando a niños con cáncer, mientras que la realidad, sacada de la más cruel historia de terror, es que se les estaba atendiendo con agua destilada, en tanto que su familia se llenaba los bolsillos y por si fuera poco, su esposa decretaba que “merecía abundancia”. El colmo del cinismo…

Por último, en estos días vimos al ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, desencajado, quizás a sabiendas que tiene dos opciones: pasar una vida entera en la cárcel o vivir como testigo protegido a expensas de declarar en contra sobre acuerdos gubernamentales con el narcotráfico.

Parece que decantó por la primera, ya que se declaró como no culpable, pero ante la Corte su rostro decía otra cosa.

Está sufriendo por algo que lleva dentro, al menos información digna de un secretario de Seguridad Pública, quien temple debió tener en su momento para enfrentar, en teoría, al narcotráfico en una guerra sin precedentes, ahora lo tenía al borde del llanto.

La vida da muchas vueltas. Veremos si llega al juicio en Estados Unidos.

Así, con estas noticias comenzamos el año, con sólo cuatro días, 2020 nos ha sorprendido y bastante. Esperemos pronto mejore.

POR AZUL ETCHEVERRY
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@AZULETCHEVERRY


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