Nuevo acto de magia

Alfonso Romo ofreció a los empresarios e inversionistas una bolsa de hasta 100 mil millones de dólares en 137 proyectos

En un nuevo acto de ilusionismo que nos hizo recordar al magazo Beto, el Boticario, el jefe de la Oficina de la Presidencia de la Republica, Alfonso Romo, ofreció a los ingenuos empresarios e inversionistas nacionales y extranjeros una bolsa de hasta 100 mil millones de dólares en 137 proyectos de inversión en Pemex, CFE y Secretaría de Energía. ¡Ni en Melate habíamos visto tal cantidad!, exclaman los observadores.

El vocero oficial y oficioso de Romo, que al mismo tiempo se desempeña como dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, amplió la nota al informar que, en electricidad, 54 por ciento del total de la inversión será para el Estado y 46 por ciento para la iniciativa privada. En el sector petrolero están hablando de que el 80 por ciento estará dedicado al sector público y 20 por ciento al privado”. ¡Tenemos mucho campo para poder invertir!, exclamó Carlos Salazar Lomelí.

Si bien es cierto el sector empresarial está considerado para las inversiones en el sector energético, en Pemex ya no será bajo las “farm outs”, porque resultaron un fiasco, pues prometieron producir entre 500 mil y 600 mil barriles diarios de petróleo, y no generan ni 10 mil. Más aún, según la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha comentado en público y en privado que varios de los beneficiarios de ese modelito ya las vendieron, traspasaron o rentaron. Por lo tanto, en el plan energético anunciado por Romo, lo que prevalecerá son los Contratos de Servicio (de los que ya hay 20), en donde efectivamente podrán participar inversionistas nacionales y extranjeros, quienes pondrán la lana, y hasta que empiecen a producir se reparten las ganancias del oro negro. Pemex no pondrá ni un quinto, dicen los enterados. Varios especialistas consultados por el columnista consideran que la cifra proporcionada por Alfonso Romo “es una locura”, a pesar de que reconocen que existe interés de empresas nacionales y extranjeras de participar en los Contratos de Servicios porque “México está nadando en petróleo” con el descubrimiento de los nuevos pozos petroleros en el sureste.

¡Pues dirán lo que quieran!, exclaman los escépticos, pero ni los gobiernos de los neoliberales se atrevieron a presentar un acto de magia de ese tamaño. La cifra más alta se plasmó en el Plan Nacional de Infraestructura (que incluía 743 proyectos de carácter nacional, entre carreteras, trenes, puentes, aeropuerto, sector energético…) de Enrique Peña Nieto, que tenía una bolsa de 7.7 billones de pesos; en el sector energético contemplaba 3.9 billones. Bueno, hay que reconocer que dicha cifra también fue mágica, por no decir que nos dieron “atole con el dedo”.

Vamos a ver si no pasa lo mismo con el plan energético de Alfonso Romo, a quien ayer el Presidente de la República nombró coordinador del Gabinete de Crecimiento Económico para que ejecutara los actos de magia. Por cierto, los suspicaces preguntan: ¿Por qué no le dieron ese cargo al secretario de Hacienda, como era la tradición de los neoliberales? ¿Será que están pensando “tocarle las golondrinas” a Arturo Herrera, que se quedó como florero?

 

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POR LUIS SOTO
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