JERUSALÉN. Tal como se suponía, el plan de paz presentado ayer por el presidente de EU, Donald Trump, refleja una actitud positiva y cercana hacia Israel, una comprensión profunda de sus planteamientos y una consideración especial para lo que percibe como sus auténticas necesidades.
Pero sería un error verlo como proisraelí y antipalestino: avala posturas de Israel que ningún otro plan tomó en cuenta, pero también ayuda a los palestinos. Trump dijo con razón que los palestinos deben ver las ventajas en el plan, para que funcione.
Tal como lo veo, estos son los temas cardinales.
1) Israel tendría soberanía en todos los asentamientos en Judea y Samaria y el Valle del Jordán, una zona de gran valor estratégico porque es su frontera oriental. Para Israel, esto es un rechazo a la acusación de que "ocupó ilegalmente" los territorios en 1967. La pregunta es si el premier Benjamin Netanyahu lo hace ya –como lo anunció– o la EU prefiere que espere a una negociación bilateral.
2) El plan propone la creación de un Estado palestino independiente que abarque casi el doble del territorio que hoy controla la Autoridad Palestina. El Estado, en Cisjordania y Gaza, estaría conectado con un sistema de corredores y túneles, no sólo entre esas dos zonas sino dentro de Cisjordania, que en la terminología judía llamamos Judea y Samaria.
El Estado incluiría dos zonas en el Negev occidental, que pasarían al lado palestino para compensar por Cisjordania anexadas a Israel. El territorio palestino sería casi igual al de Cisjordania antes de la Guerra de los Seis Días, cuando Israel la conquistó tras el ataque de Jordania en ese frente.
Pero la creación del Estado depende del reconocimiento palestino de Israel como Estado judío, la desmilitarización y el desarme de Hamas. "Una solución realista dará a los palestinos todo el poder para gobernarse a sí mismos, pero sin que sean capaces de amenazar a Israel", dice el plan. Israel mantendrá la seguridad y el control del espacio aéreo al oeste del río Jordán y el Estado palestino no tendría control de sus fronteras hacia afuera.
3) Jerusalén se mantendría unificada como capital de Israel, pero sólo hasta la actual barrera de seguridad. Mantendría una cierta división, pero no de la complicada zona de la Ciudad Vieja. Fuera de la Jerusalén israelí quedarían 3 barrios árabes que están más allá de la barrera erigida años atrás para frenar atentados: Kafer Aqeb, la parte oriental de Shoefat y Abu Dis.
Los palestinos dijeron que no antes de ver el plan. Y en los últimos días, ante la inminente presentación, intensificaron quejas que se tornaron violentas en Cisjordania. El plan parece inaceptable para los palestinos, que acusan a Trump de adoptar todas las posturas de Israel. Pero han rechazado propuestas más favorables, como la de Bill Clinton y Ehud Olmert. La pregunta es si esta vez, que según Trump es la "última oportunidad", cambiarán de rumbo o seguirán diciendo no. [nota_relacionada id=818948]
POR JANA BERIS
PERIODISTA
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