Dicen que el 13 es de buena suerte, tal vez usted tenga otros datos. Pero el hecho es que el 13 de enero de 2020, en la primera plana del importante rotativo estadounidense The Wall Street Journal, que tira dos millones 834 mil ejemplares, apareció una nota que decía que en el partido del Campeonato de Futbol Americano Colegial (que ganó Louisiana State University) se consumieron 55 mil cervezas.
Nada más le recuerdo que en el Súper Bowl de 2017 mandamos 86 mil toneladas de aguacate para los nachos con guacamole que se consumen durante el partido y, al año siguiente, 120 mil toneladas, para ese juego donde también se consumen 230 millones de litros de cerveza, suficientes para llenar cinco albercas olímpicas. ¡De locos!
[nota_relacionada id=835274]Sin contar que se despachan mil 300 millones de alitas. ¡Sí, mil millones de alitas de pollito chicken! Y, para acompañarlas, se comen cuatro millones de kilos de papas fritas durante el gran show de la NFL.
En México, la venta de esa bebida en los estadios equivale a más de 414 millones de pesos al año. En un buen partido, en el estadio más grande de la capital, nos tomamos ¡más de 70 mil cervezas en un juego, sin despeinarnos! Y no salimos en la primera plana del colega neoyorkino por ese detalle.
México ocupa el primer lugar en exportación, el cuarto en producción y el décimo quinto en importación. Además tiene el tercer lugar de consumo en Latinoamérica.
Aunque siete de cada 10 hogares consumieron cerveza, en promedio una vez por mes, 70 por ciento del consumo nacional corresponde al grupo conocido como Beerlovers, por su fuerte y espontáneo gorgorismo.
En promedio, los hogares de mayor consumo al año de esta bebida están en Sonora, Colima, Nuevo León y Coahuila. No le digo lo que toman al año en Cabo San Lucas, por ejemplo, por la ley de Omertá.
En fin, no es por agregarle más cuitas a usted en este frío y nebuloso invierno, pero tenemos que hacer algo con nuestros cuerpecitos si queremos seguir con estos niveles de consumo de lúpulo (que, por cierto, es cannabácea) malta, cebada y azúcares que lleva la sagrada cerveza y digo sagrada porque aunque no lo acepte, San Lucas es el patrón de la cerveza. [nota_relacionada id=829505]
La propia Iglesia tiene un rito especial para bendecir la cerveza que data del año 1614 cuando el papa Paulo V publicó el libro Rituale Romanum y habla de la Benedictio Cerevisiae.
Hay otros, según la Hagiografía, que prestan su concurso para este líquido vital: San Benito de Nursia, San Arnulfo (Arnold) de Metz y Arnold de Soissons, el santo patrono de los recolectores de lúpulo,
En Irlanda, una nación con amplia tradición cervecera, tienen tres grandes santos patronos: san Patricio, santa Brígida de Kildare y san Columba y no olvidemos a nada menos que san Agustín de Hipona, el de Las Confesiones.
En fin, usted decida qué hacer con esa panza horrenda que tanto dinero le ha costado. [nota_relacionada id=815400]
POR RAMÓN OJEDA MESTRE
COLABORADOR
@ROJEDAMESTRE1
eadp