La alternativa

En este espacio he escrito, por una parte, acerca de la personalidad, antecedentes, conductas y comportamientos de los actuales gobernantes. Sin embargo, es tracendental describir -hasta lo que llevan en el gobierno- las políticas que lo caracterizan. Si podemos señalar áreas o materias en las que se definen los regímenes políticos, tendríamos que acudir a derechos civiles y políticos; economía, cultura e historia; y seguridad.

Si vamos más allá de las discusiones (a mi juicio francamente absurdas y superficiales, con frases que utilizaba mi abuelita, como el “me canso ganso”, y otras tantas) que se replican aún con mayor ahínco y que llegan a un galimatías total en las redes sociales, podemos detectar lo siguiente:

En materia de seguridad no existe un cambio de rumbo, inclusive, se ha profundizado en el modelo creado en 2006 por Felipe Calderón. No se atienden las causas. Se ha manifestado un entreguismo total a nuestros vecinos del norte con tintes de sumisión, dependencia total del y al Ejército (hacia dentro de la institución les han otorgado una amplísima cancha para utilizar los recursos de manera subjetiva y discrecional), y han ampliado facultades de manera peligrosa en detrimento del ciudadano.

Costas y puertos, intervenciones y espionajes en puerta, ausencia de control en distintos espacios del país, y cumplimiento a acuerdos con actores territoriales (legales e ilegales).

En materia fiscal, en lugar de colocar la zanahoria enfrente (así lo hizo EPN), ahora colocan un bat de beisbol. Crean la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) con capacidad de congelar cuentas y aplicar extinción de dominio, en síntesis, perseguir.

En materia de derechos civiles y políticos (en los que incluyo libertad de prensa y opinión), retroceso total, centralismo, control y dominio en aumento de la agenda pública.

En política pura y dura, la realidad es que los partidos políticos, diputados y senadores tienen la peor percepción pública. Atraviesan una crisis profunda, no encuentran siquiera el sentido y razón de su existencia, situación que este gobierno ha aprovechado para eliminarlos de la realidad diaria. Recortes a sus presupuestos, persecución pasiva y activa, acusaciones públicas, rumores y miedo son la constante.

Desafortunadamente, la realidad es que en este 2020 se pretende profundizar y consolidar este modelo, para que en 2021 ni siquiera haya campañas políticas, aunque formalmente existan.

No quieren presiones, críticas o competencia de representantes populares o sociedad en general, encaminándose precipitadamente a un inminente retroceso, ya que estas características pertenecen al México de los años 70, 60 e incluso de los 50.

¿Este modelo de país es hacia donde va el mundo moderno y la democracia?

¡No, de ninguna manera! Si aspiramos a un país moderno, con justicia, progreso y democrático, el llamado es a la acción.

[nota_relacionada id=818591]

POR MARTHA GUTIÉRREZ

ANALISTA EN COMUNICACIÓN POLÍTICA

abr