“Que no hay plazo que no se cumpla…”, reza el refrán popular. Y para los partidos políticos nacionales llegó el plazo fatal para cumplir con las disposiciones constitucionales en materia de libre afiliación o resignarse a desaparecer. Se terminó en México la época de los partidos de masas. La renovación del régimen de gobierno y el perfeccionamiento del sistema democrático exigen que los partidos políticos evolucionen hacia formas más ágiles de organización y operación política, transitando hacia estructuras de cuadros capaces de vincularlos con los intereses de la sociedad. La fuerza electoral se ubica hoy en la ciudadanía ajena a los partidos políticos.
Por eso no resulta extraño que al corte de diciembre de 2019, y de acuerdo con las disposiciones constitucionales y de ley, el INE informe sobre la reducción de la militancia de los partidos políticos; en algunos casos, de manera drástica y reveladora del nivel de simulación en el que habían incurrido.
En el caso de Morena, sólo pudo acreditar 307 mil afiliados y no los más de tres millones que había declarado Leonel Godoy, secretario de Organización, en octubre de 2019. Por su parte el PAN, que tenía registrados poco más de 378 mil militantes, reportó 290 mil; y el PRD que presumía más de cinco millones de afiliados, ahora declara menos de dos millones de militantes.
En lo relativo al PRI, el tema es por demás interesante, pues en junio de 2019, hace apenas seis meses, solicitó al INE que le validara un padrón de más de siete millones de afiliados para integrar el padrón de electores para el proceso interno de elección de su dirigencia nacional; dirigencia que, declara hoy, sólo puede respaldar la afiliación de un millón 800 mil militantes; cantidad menor al número de priistas que votó en el señalado proceso interno de su elección. ¿Cómo explicar que de junio a diciembre perdió más de cinco millones de afiliados?
Y aún faltan dos procedimientos que deberá realizar el INE para determinar el número de afiliaciones legales con las que los partidos políticos nacionales participarán en los procesos electorales federal y locales de 2020-2021. Primero: la consolidación de los padrones de afiliadas y afiliados que realizará con la información que le proporcionen los partidos con relación a las y los militantes de los cuales cuentan con la documentación que confirma su libre afiliación. Segundo: la verificación sobre el cumplimiento del mínimo de afiliados que se requiere para conservar el registro, para lo cual se cruzará la información de los padrones de los partidos y de los nuevos partidos que obtengan su registro, para evitar las dobles afiliaciones.
“Antes como antes y ahora como ahora” señala el refrán de la tribu yaqui. Las cuentas claras en materia de militantes es hoy requisito indispensable para la sobrevivencia de los partidos políticos. Se terminó ya la etapa de los partidos con estructuras corporativas para la afiliación.
Hoy es el tiempo de vincular efectivamente a los partidos con la ciudadanía y sus causas.
POR JOSÉ ENCARNACIÓN ALFARO CÁZARES
COLABORADOR
@JOSEEALFARO
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