Lista de deseos

La lista de propósitos y de deseos acapara la mayor atención de familiares y amigos. Si tuviéramos que desearle algo a nuestro país, o nuestro estado, ¿qué sería?

Al inicio de cada año es habitual que las personas hagan una lista de deseos que generalmente tienen que ver con mejorar el estado que dejan atrás con el año. Tener mejor salud, estar más tiempo con la familia, hacer más ejercicio, etc. La lista de propósitos y de deseos es la que acapara la mayor atención entre familiares y amigos. Pero si tuviéramos que desearle algo a nuestro país, a nuestro estado, o incluso a la organización donde se milita, ¿qué sería?

¿Y esto por qué es un asunto de todas y de todos? Porque hemos sido educados y formados (o deformados) bajo una dinámica sumamente egoísta que pone siempre el interés personal por encima del interés colectivo y esa deformación ha ido pasando de la esfera personal al comportamiento o rol social que desempeñamos de manera consciente o no. Así que con espíritu de inicio de año (aunque nos lo quieran arruinar con sus tarifazos) va una lista de deseos para este 2020.

Empezando por la casa, deseo que este medio, El Heraldo México, que generosamente me ha abierto sus páginas, no me pierda la paciencia y mantenga esta colaboración que ha sido franca y respetuosa para que me pueda encontrar con mis lectoras y lectores cada martes. Deseo que Morena salga del marasmo en el que la dirigencia actual lo ha metido, que la militancia recobre el papel protagónico que nunca debió abandonar y que hoy es más necesario que nunca, no sólo por los procesos electorales que se avecinan, sino por el deber impostergable de seguir acompañando las causas más nobles y justas en nuestro país.

Deseo que las y los diputados del Estado de México (en particular de Morena) dejen de comportarse como una “nueva clase política” y sean la primera línea de defensa de los ciudadanos y las ciudadanas ante las arbitrariedades del gobierno de Del Mazo. Que el Congreso mexiquense sea de verdad la casa del pueblo y no el recinto de las vergüenzas y de los papelones donde un día se aprueban una cuenta pública y dos después votan en contra de su propio dictamen. Que, así como 2019 fue el año de los exhortos, 2020 sea el del parlamento abierto, estamos a tiempo de usar la mayoría otorgada por el pueblo en beneficio de este.

Deseo que todas y todos lo que llegaron a un encargo de elección popular por la vía de Morena (como independientes o militantes) y han sucumbido a los mareos del poder, vuelvan a sus cabales para hacerse cargo de lo realmente importante y no de las frivolidades de las que los han llenado zalameras y zalameros que suelen aparecer en los “círculos cercanos al poder”.

Que los gobiernos emanados de Morena puedan diferenciarse con toda nitidez de las demás fuerzas políticas, en todos los sentidos. Que la redistribución de la riqueza comience en la política municipal, que la cultura sea un eje de desarrollo y no sólo un “show de payasos”. Deseo que la gente de base con la que comparto hace ya 20 años, se mantenga digna y fuerte… y que yo pueda estar a su altura.

*Liderazgo político de izquierda en el Edomex

POR DANIEL SERRANO

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