El Presupuesto participativo, cada vez más participativo

En la nueva Ley de Participación Ciudadana se incluyeron los instrumentos de democracia participativa, que son punto nodal y termómetro de medición del grado de participación ciudadana de una sociedad.

En la Ciudad de México, desde hace 9 años se han tenido ejercicios de presupuesto participativo, pero este 2020 será la primera vez que se elija y ejecute con base en la nueva ley.

El Presupuesto participativo, para ser verdaderamente participativo, requiere de un alto grado de involucramiento ciudadano y público; es decir, no es solamente que acuda un gran número de personas a emitir su opinión en las mesas receptoras, sino que debe existir una deliberación previa para que se aborden problemas públicos, donde se expongan las necesidades que existen a nivel micro local.

Lo ideal es que exista una solución propuesta desde la colectividad y no desde la individualidad.

En el pasado, cuando la ciudadanía elegía un proyecto a implementarse, era la autoridad quien ejecutaba el gasto; muchas de las veces se presentaron inconformidades por la manera en que se ejercía el recurso y se realizaba el proyecto.

Es por ello que se buscó hacer más participativo el Presupuesto Participativo, y para ello es necesario el involucramiento directo de la ciudadanía al ejecutarlo, por lo que en la nueva Ley de Participación Ciudadana se establece la conformación de un Comité de Ejecución, mismo que se encargará del desarrollo del gasto, conforme a los lineamientos que establezca la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México.

A mayor vigilancia, mayor democracia: con base en este principio es que se tomó la decisión de establecer un Comité de Vigilancia, que al igual que el Comité de Ejecución, estará conformado netamente por ciudadanos habitantes de su propia unidad territorial.

Con esto, la misma ciudadanía será el brazo ejecutor y los ojos vigilantes del Presupuesto Participativo.

Además de estas características, durante todo el proceso debe existir la democracia deliberativa: que en todo momento la ciudadanía pueda discutir, verter ideas, exponer problemáticas y proponer soluciones en cualquier momento de la selección, ejecución y evaluación de los proyectos del Presupuesto Participativo.

Este ejercicio de democracia participativa es sólo uno de los elementos que nos ayudarán a transitar a una ciudad más democrática, con ciudadanía más participativa y mejor solución de problemas públicos.

La supremacía económica y el neoliberalismo dejaron consecuencias graves en la sociedad, como la laceración del tejido social y, en muchos lugares, el rompimiento de la comunidad.

Es por ello que, con la Ley de Participación Ciudadana, sus mecanismos e instrumentos, se pretende tener como resultado el fortalecimiento de la unidad social, la conciencia colectiva de los problemas y soluciones, así como el fortalecimiento del tejido social para una ciudad más democrática.

POR MARTÍN PADILLA
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE PARTICIPACIÓN CIUDADANADEL CONGRESO DE LA CDMX


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