Nuevas realidades, nuevas leyes

La Ciudad de México requiere leyes nuevas, acordes a las necesidades y cambios que enfrenta, no sólo en cuanto al combate del delito, sino en todo el concepto de seguridad, así como la relación y dignificación con los policías. Por eso la Ley de Seguridad Ciudadana es una buena noticia para todos los que vivimos aquí.

El hecho de que se haya logrado consenso en la aprobación de este ordenamiento refleja que la seguridad nos interesa a todos, sin importar colores y diferencias políticas. Nadie está dispuesto a ser un obstáculo para que recuperemos calles para transitar sin temor a sufrir algún ilícito. La Ley de Seguridad Ciudadana que aprobó el Congreso de la Ciudad, y que ya entró en vigor, es una herramienta jurídica con la que el gobierno cuenta para reforzar su trabajo en la materia, especialmente ahora con lo que implica la actuación de la Guardia Nacional. Esta ley trata de construir el andamiaje de todas las acciones en materia de seguridad en la ciudad. Su articulado recoge la nueva visión que se tiene en la materia; por ello se incorpora el concepto de seguridad ciudadana. No hablamos de un simple cambio de nombre a una institución, estamos frente a una nueva forma de abordar la seguridad.

Otro aspecto relevante que incluye es la creación de Consejo de Seguridad Ciudadana, que será el principal órgano de coordinación del sistema de seguridad y de comités ciudadanos, con lo que se tendrá cercanía e información directa de quiénes son los más afectados por la inseguridad. La iniciativa que envió la jefa de Gobierno se enriqueció con propuestas de todos los partidos. En el caso de la fracción parlamentaria del PAN se incluyeron la creación de cuerpos policiales de proximidad, de investigación y la Policía Cívica, con las que se privilegia la prevención y disuasión de conductas delictivas.

Una parte importante, de la ley tiene que ver con la dignificación al policía, ese servidor público denostado y mal visto por muchos, pero que sin duda para el Estado tiene un papel fundamental en los esfuerzos por mantener el orden y la paz. Por ello se crea el Servicio Profesional de Carrera Ministerial, Policial y Pericial, a fin de que el personal de todas las corporaciones se rija bajo los principios de legalidad, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos.

Una demanda histórica que hoy es realidad se refiere a la creación de la Universidad del Policía, con lo que se profesionalizará el trabajo de los uniformados, lo que se reflejará en la calidad del servicio a la ciudadanía. La rapidez con que la iniciativa se atendió en el Congreso, y luego se publicó en la Gaceta Oficial, refleja la gran preocupación que se tiene por el tema, y el compromiso por apoyar al gobierno. Es momento de formar un frente en defensa de la ciudad, y en el caso de esta ley fue grato saber que todos compartimos el mismo objetivo: pacificar a la ciudad.

Los partidos políticos representados en el Congreso ya hicieron su trabajo. Ahora toca a ciudadanos y gobierno avanzar para que los índices delictivos se reduzcan, porque como dije antes, la ciudad es de todos, y el interés de que mejore y recupere su esplendor también es de todos. Como abogado y ciudadano, felicito a todos los que ayudaron a construir esta Ley de Seguridad Ciudadana.

POR HÉCTOR VILLEGAS SANDOVAL

CONSEJERO JURI?DICO Y DE SERVICIOS LEGALES DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE ME?XICO

edp