Decir 'cabrón” al aire

El llamado periodismo deportivo es un show business. El impacto de esta palabra es un ejemplo más de eso

A uno de los mejores analistas —sino es que el mejor— del futbol en televisión, al pensar que ya estaba en corte comercial, se le escuchó fuerte y claro decir “cabrón” en un popular programa deportivo. Expresión coloquial sin mala intención, que si bien no es propia para decir al aire, no tiene mayor importancia. Lo que debía de quedar en una chusca anécdota nada más, se convirtió en la nota del día, el trending topic de las redes sociales. Sí, así es el show business. Sus estupendos análisis distan mucho de generar tal repercusión. ¿Qué tuvo más impacto, el golpe que le propinó Cuauhtémoc Blanco a David Faitelson o el resultado del Veracruz contra América (¿cómo quedó el juego?)? ¿La formación de Jürgen Klopp, en comparación con el revuelo de la güera que invadió la cancha en la final de la Champions League? Lo que quiere la gran mayoría del público, no todos, pero sí una notable mayoría, son puntadas, errores, desatinos, broncas… chunga en general. Sí, el llamado periodismo deportivo utiliza medios MASIVOS de comunicación, le llega a las masas. Es bueno no olvidar a las minorías, a esas que prefieren análisis profundos e intensos, pero ese grupo no da para sostener un negocio, para pagar sueldos en una empresa de comunicación; si no se comprende la necesidad de entretener, de atrapar a grupos numerosos y significativos, la desaparición del medio es inminente. Lo más recomendable es mantener cierto balance, entre seriedad y diversión, pero ese balance debe tener mayor inclinación hacia lo divertido, es lo que el público demanda. Habrá puristas del futbol que difieran de mi opinión, sueñan con seriedad y sobriedad en las emisiones deportivas, a ellos yo les preguntaría ¿para qué la mayoría de las audiencias consumen futbol?, me atrevo a afirmar que lo hacen para alejarse de la cotidianidad, para pasar un buen rato, para olvidar sus problemas. ¿Qué impacto tiene un análisis serio de un esquema 4-3-3?, ¿Qué repercusión en la audiencia tiene el descubrir que “x” jugador desempeña funciones de falso nueve, volante mentiroso, o extremo mixto? También sucede que absurdamente muchos comunicadores deportivos tienen miedo de aceptarse como piezas de una industria de entretenimiento. Les apena, desafortunadamente, saberse partícipes de un espectáculo. No se sienten cómodos de ser parte de eventos en los que la gente va a cantar con la cara pintada, a tomar cerveza y a agitar una bandera. Quizás debieron dedicarse mejor al periodismo político, económico, o policiaco… a ese periodismo en el que los protagonistas no son jugadores. ¿No los comentaristas de futbol más exitosos son también los más graciosos? Concluyo que lo más recomendable es valorar la diversión en el futbol, y no negarla o avergonzarse de ella. POR PONCHO VERA @PONCHOVPOF lctl