Promoción turística exitosa

Cuando en 1978 superaron el millón de visitantes, el gobierno de Israel explotó en júbilo; tuvieron que pasar 16 años para lograr el siguiente millón de turistas y 23 años más tarde –en 2017– consiguieron que llegaran tres millones de paseantes.

¿Qué hicieron para que en 2018, sólo un año después, consiguieran superar los cuatro millones de viajeros a su país? Sencillo: promoción, bajo una estrategia de revolución turística.

No tuvieron que inventar el hilo negro para promocionar Israel, firmaron un Acuerdo de Cielos Abiertos con la Unión Europea y de esa manera pasaron de cuatro vuelos semanales, entre Eilat y Europa en 2015, a 57 vuelos semanales el año pasado. Pero además convencieron a las aerolíneas europeas que vuelan a su país con subsidios que van de 60 euros por pasajeros hasta una bonificación de 10 por ciento, para aquellas aerolíneas que realizan más de 14 vuelos semanales.

El ministerio de Turismo de Israel invierte anualmente casi 8 millones de dólares en campañas de marketing digital y casi el doble en campañas de televisión y en espectaculares. Además asignan unos 41 millones de dólares en subvenciones a empresarios hoteleros que construyan en ciudades del país no tan turísticas.

Israel ha roto un paradigma: el turismo no es sólo regional, porque su principal mercado emisor de turistas son los Estados Unidos, que el año pasado se incrementó en 15 por ciento.

La promoción les funcionó porque Jerusalén multiplicó sus ingresos directos del turismo por más de 7 mil millones de dólares, consiguiendo que investigadoras como EuroMonitor consideren que este país sea la marca turística de más rápido crecimiento en el mundo.

POR ÉDGAR MORALES

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