Las palabras convertidas en balas

El fácil acceso a las armas de asalto aunado al discurso de odio nacionalista y xenófobo es una combinación mortal

Las palabras no son inocuas, tienen un concepto, un significado y un significante, llevan consigo siempre una dirección y un peso específico. Por lo tanto, las palabras de odio y los dichos insistentes de Donald Trump no se pueden desvincular de los hechos ocurridos este fin de semana en El Paso, Texas, y en Dayton, Ohio. Y es que durante su campaña y después, desde la Casa Blanca, Trump viene utilizando la palabra “invasión”, para referirse a los inmigrantes mexicanos y centroamericanos que llegan a EU, incluso, según Media Matters of America, desde mayo de 2018, el presidente ha utilizado esta palabra en 2 mil 200 ocasiones en su página de Facebook. No es casualidad que el autor del tiroteo masivo en El Paso, Patrick Crusius, joven de 21 años oriundo de Allen, Texas, se le impute la autoría de un manifiesto donde habla puntualmente de la “invasión hispana a Texas”. Tan sólo 13 horas después se registró otro tiroteo en Dayton, Ohio. Lo más preocupante, no sólo para la población y autoridades estadounidenses, sino también para sus pares mexicanos, es que estos ataques ya no pueden considerarse aislados, puesto que en lo que va de este año se han registrado más de 250 ataques masivos en EU, siendo la supremacía blanca el móvil en la mayoría de estos. El fácil acceso a las armas de asalto, la laxitud en los controles en escuelas, lugares de culto y empresas para la portación de armas bajo el mando del gobernador de Texas, Greg Abbott, aunado al discurso de odio nacionalista y xenófobo, resulta una combinación mortal. Por lo anterior, es imposible no recordar una de las manifestaciones más importantes de EU, la “Marcha por nuestras vidas” realizada el 24 de marzo de 2018 en Washington, DC, con más de 700 réplicas simultáneas en ciudades estadounidenses y alrededor del mundo. Aquella manifestación se dio después del tiroteo del 14 de febrero, que dejó 17 muertos en la escuela Stoneman Douglas, en Florida, y su principal exigencia fue la revisión y control de la compra-venta de armas y el alto a la violencia, tal y como escribí en este espacio (https://heraldodemexico.com.mx/opinion/adriana-sarur-marcha-por-nuestras-vidas/amp/). Así pues, siendo este ataque en El Paso, la ciudad binacional por antonomasia, la reacción debe de ser de manera conjunta entre EU y México, por lo que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, llegó a esta ciudad para revisar este ataque que le quitó la vida a nuestros connacionales. En este sentido, no está de más recordar que, en la segunda parte de la administración de Felipe Calderón, cuando tuve la oportunidad de ser diputada federal, se presentó el Punto de Acuerdo el cual se exhortaba a las autoridades mexicanas a exigir a EU la ratificación de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otras Materias Relacionadas, adoptadas por la OEA. Esperemos que las autoridades mexicanas sean firmes y se exija el control de armas, así como la mesura en el discurso de odio del presidente Trump.

POR ADRIANA SARUR

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