Entre el PRIAN y el PRIMOR, cuál veleta queda

Queda claro que todos los partidos le siguen dando oxígeno al PRI; lo han convertido en el que consigue que “x” o “y” iniciativa pase

CRISIS DE IDENTIDAD.- El PRI vive una crisis de identidad, al menos por cómo se percibe desde afuera. Los más afines al proyecto de López Obrador le llaman PRIAN, acercándolo a la derecha debido a sus votaciones conjuntas en el Congreso. La oposición le nombra Primor, por las veces que los del PRI votaron iniciativas de Morena.

EL PRI EN LOS TIEMPOS DE MORENA.- El PRI lleva una doble vida. Uno, en una casa donde habitan priistas que siguen en el partido; el otro, un contingente de los que fingen amnesia de sus raíces y hoy forman parte de Morena. Aceptémoslo, la gran mayoría de los integrantes del partido gobernante tienen raíces y sello priista setentero.

Los que siguen en el PRI tienen mucho que hacer para reconfigurar al partido. Los que están en Morena tienen más por demostrar que han dejado las prácticas clientelares y el presidencialismo. Ni unos ni otros han logrado su objetivo. En el caso de los últimos, sólo cambiaron la piel tricolor por la Morena. Mientras los que siguen en el PRI no saben si ajustar las velas de su “veleta” para saber a dónde sopla el viento.

EL PRI HUÉRFANO ¿CON EL PAN?.- El PRI, a diferencia del PAN simplemente no sabe ser oposición. Se encuentra en la disyuntiva de apoyar a un partido emanado de sí mismo, que sólo lo utiliza, o formar parte de la oposición. Está sustentada en priistas que sí creen en un gobierno socialdemócrata de izquierda moderada o acercándose al único partido (diferente en ideología) que sabe plantar cara al poder. ¿Aprenderá el PRI del PAN? ¿Se asociará con los azules para plantar oposición a la Morena hegemónica?

PAN Y MORENA, APRENDICES DEL PRI.- La realidad partidista en México es más extraña que la ficción. Coexiste una dualidad inquietante, casi bipolar, el PRIAN y el Primor, dependiendo de las circunstancias.

Han aprendido tanto del PRI que a veces se mimetizan. Basta de ejemplo la votación en Baja California para extender el periodo de Bonilla. Quienes avalaron tan aberrante reforma, fueron los panistas. Sí, nunca se hubiera creído.

En Morena, convencer a partidos satélite a estar con ellos, pero hay que recordar que el PVEM utiliza al ganador para sobrevivir (con Fox estuvo con el PAN y con EPN con el PRI).

Aprendieron bien. El PAN mejoró con Progresa y el Seguro Popular la atención a los necesitados. Y Morena recuperó el orgullo que incentivó el PRI de “pertenecer” al mejor partido.

SIEMPRE PRESENTE.- El PRI sigue siendo culpado de apoyar sin distingo las posiciones del PAN o de Morena, según convenga. Esa sutil conveniencia puede ser directa al mismo revolucionario, o a los partidos que la usan. Así, el PRI opera como el fiel de la balanza, aunque sea para ser el culpable de todas las críticas.

Queda claro que todos los partidos le siguen dando oxígeno al PRI; lo han convertido en la crujía de la puerta, el que consigue que “x” o “y” iniciativa pase o se rechace.

Ello coadyuva a que el dinosaurio no muera; es como la energía: ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Habrá PRI mucho más allá de lo que pensamos, aunque sea región 4T del mismo.

 

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM 

@MALOGUZMANVERO

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