-¿Su nombre?
-Ophelia.
-Gracias, señor.
-Señora, aclara.
-Sí, señor.
-Señora, soy mujer trans. Usa pronombres femeninos conmigo por favor.
El diálogo, que se viralizó en redes sociales, ocurrió en una cafetería de la Ciudad de México, en un Starbucks como muchos ya saben, pero pudo ocurrir en cualquier café del país y el resultado sería similar.
Ophelia Pastrana, activista transgénero, lo hizo público en un tuit, lo que desató un sinnúmero de mensajes en contra: muchos usuarios con ofensas e insultos parecían consternados y realmente agraviados por la denuncia en redes sociales.
En pleno siglo XXI causa encono y hasta escozor hablar del matrimonio entre personas del mismo sexo o del reconocimiento jurídico que alcanzan personas trans. Aunque hay más información de los derechos humanos y la diversidad sexual, pareciera que hay un retroceso y mayor polarización en la sociedad.
El reporte “Violencia extrema, los asesinatos de personas LGBT+ en México: los saldos del sexenio (2013-2018)”, realizado por la organización Letra S, indica que se registraron cuando menos 473 asesinatos debido a la orientación sexual y expresión de género de las víctimas. Y los estados con mayor incidencia en orden de prelación fueron: Veracruz (43), Guerrero (39), Quintana Roo (33), Estado de México (30), Chihuahua (28), Puebla (27) y Tamaulipas (25).
En el mismo documento se señala que, de acuerdo con una encuesta del Conapred y la CNDH, aplicada durante 2018, de 10 participantes LGBT+, seis dijeron que habían sufrido discriminación. Incluso, 53 por ciento manifestó haber sufrido expresiones de odio, agresiones físicas y acoso.
El entorno digital ha incrementado las agresiones contra personas lésbico, gay y transexuales; con el uso de redes sociales, los jóvenes sostienen encuentros virtuales para luego verse de manera física como Grindr, aplicación geosocial que permite a sus usuarios localizar y ver su proximidad.
México es catalogado como el segundo país más peligroso para personas trans. Por eso, anualmente se registran decenas de desplazamientos nacionales e internacionales de integrantes de esta comunidad, como el de Karla Elena Márquez, transgénero originaria de Toluca. Después de migrar a España por padecer acoso sexual, agresiones verbales y violencia física, hace un par de meses obtuvo su condición de refugiada.
Hay avances en el trabajo que se realiza por la igualdad de derechos, es cierto, pero cuando algún tema de género se vuelve polémico en las redes sociales, parece que damos pasos atrás como sociedad, pues observamos grandes muestras de homofobia, racismo y discriminación.
Es esa violencia simbólica, que poco a poco va calando en las relaciones sociales.
POR NALDY RODRÍGUEZ
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