Varios empresarios están reportando que no saben qué hacer con las llamadas que emergen de la oficina de Alfonso Romo. No las hace directamente él, sino su personal allegado. El propósito es comprometerlos a acudir al Palacio con el presidente López Obrador y hacer algún anuncio de inversión, de preferencia de varios cientos de millones de dólares, que muestre en público la confianza que tienen en el país.
El problema no es que la oficina de Romo esté cabildeando empresarios para que inviertan —después de todo ese es el trabajo que mejor está haciendo el regiomontano, velar por la continuidad de las inversiones privadas en el país—, sino que muchos empresarios sólo estaban “mirando” el escenario económico, como si fueran espectadores en una obra teatral, mientras el gobierno de AMLO resolvía tanto entuerto en el que se metió, como el Aeropuerto, el Tren Maya, los gasoductos, la refinería de Dos Bocas, etc. En consecuencia, varias empresas no hicieron planes de inversión robustos y sus consejos de administración no han autorizado más inversiones que las de continuidad.
El resultado de lo anterior es que no hay mucho que anunciar. De hecho, si uno recuerda lo que se firmó entre el presidente AMLO y los empresarios del Consejo Mexicano de Negocios de Antonio del Valle, los hombres del dinero dijeron que efectivamente invertirán en México, pero al día siguiente revelaron que en realidad esas inversiones eran las que ya tenían planificadas para 2019 desde tiempo atrás.
Por eso es que los empresarios que reciben la llamada no saben qué hacer. Por un lado, no quieren quedar mal con el presidente, así que algunos se ponen a sumar todas las cifras que suenan bien con las que ya traían presupuestadas. Y por otro lado, no quieren comprometerse a inyectar dinero que no les ha sido aprobado por sus consejos, ya que no tienen garantía de rendimiento por los mediocres pronósticos del PIB.
Las llamadas de la oficina de Romo quizá tendrían que transformarse en otro tipo de acción para que, al terminar este verano, la inversión caiga solita sin tener que andar presionando. Por que algunos en el sector empresarial ya lo están sintiendo efectivamente como una presión.
EXXON MOBIL
La empresa petrolera se está empezando a ahogar en su gigante producción de la Cuenca Pérmica de Texas. El viernes reveló que su producción de crudo en esa sola zona creció 90 por ciento, causando que su producción total mundial se elevara siete por ciento. ¿El secreto? Las capacidades para extraer petróleo de esquisto.
“PROMÉXICO” DE EBRARD
El “ProMéxico” que quiere lanzar Marcelo Ebrard (del que hablamos aquí hace pocos días) apuntaría a la cifra mágica del anterior organismo: costaría sólo mil millones de pesos anuales, pero traería inversiones equivalentes a 70 veces esa cifra. Ojalá lo logre.
POR CARLOS MOTA
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