Robles, la Gordillo de AMLO

Seguramente no registró la posibilidad de que el Presidente amenazara con enviarla a prisión por delitos similares

La profesora Elba Esther Gordillo nunca se imaginó que cuando Enrique Peña Nieto llegara a la Presidencia de la República en 2012, la iba a meter a la cárcel acusándola de lavado de dinero, delincuencia organizada y otros delitos. La mente de Rosario Robles Berlanga seguramente tampoco registró la posibilidad de que el presidente Andrés Manuel López Obrador amenazara con enviarla a prisión por delitos similares, sobre todo porque 20 años atrás habían sido miembros del mismo rebaño político: el PRD. Después de su “aventura de amor, política, negocios y corrupción” con el empresario Carlos Ahumada Kurtz, que la misma Chayito se encargó de publicitar, nadie pensó que saldría de la tumba política. Y no obstante que muchos priistas expresaron a Peña Nieto su inconformidad por haberla “resucitado”, al final de cuentas “ni los vio ni los oyó”. Enrique Peña Nieto rescató a Rosario Robles del penoso viacrucis que le provocó su fallida relación con el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, que se volvió cruel y escandalosa para la exmilitante de la izquierda; le dio dos nombramientos (Sedesol y Sedatu); la colocó bajo los reflectores, y le concedió una oportunidad más para tratar de reivindicarse en la política. Inmediatamente después de esa designación, los e-mails, tweets y blogs de internet revivieron una carta que la señora Robles escribió al señor Ahumada en la Navidad del año 2002 y que la revista Proceso publicó en la edición 1474 del 30 de enero de 2005, en una portada que decía “Expediente Robles-Ahumada. La carta fatídica” y la introducción: “En diciembre de 2002, un año y meses antes de que estallara el escándalo de los videos, Rosario Robles escribió a Carlos Ahumada una carta personal que, leída a posteriori, ofrece detalles reveladores del camino, de la cima a la sima, que finalmente condujo al desastre a la pareja de amantes y a quienes los acompañaron en su aventura de amor, política, negocios y corrupción. La carta fue encontrada en las oficinas del Grupo Quart y forma parte del expediente de la causa 344/2004, bajo la jurisdicción del juez 32 de lo Penal”. Para deleite de los lectores reproducimos un fragmento de la cartita: “Llegaste en un momento en el que mis sueños se habían convertido en pesadillas. Apenas unos meses antes era reconocida, querida, aclamada (por las multitudes). De pronto me había quedado sin nada… Estaba sola, confundida. Había vivido mi gobierno con alegría, con pasión, con intensidad, con una gran entrega. Trabajé por mis convicciones y por mis ideales. Lo hice de manera honesta… Sin embargo, todo eso ahora se volvía contra mí… después de sentirme tan grande, ahora me sentía pequeña, vacía. Hasta que llegaste tú. Como un ángel…”. Sabemos en qué terminó esa aventura de amor, política, negocios y corrupción de la señora Robles con Carlos Ahumada. Hoy, la Fiscalía General de la República le quiere echar el guante a la parejita. ¡Pues qué rencorosos! Pensarán algunos. POR LUIS SOTO LUISAGENDA@HOTMAIL.COM @LUISSOTOAGENDA lctl