Una mujer, la próxima líder en el Senado

Ha llegado el momento en que los espacios de poder sean ocupados por mujeres; es la hora de romper el famoso techo de cristal que existía El presidente Andrés Manuel López Obrador ya le mandó decir a sus opositores que no lo comparen con Salinas, porque eso sí calienta Muy pronto se revelaron las manos negras detrás de las protestas; la mano de Calderón fue evidenciada, de una forma un poco torpe

[caption id="attachment_574851" align="aligncenter" width="600"] Foto: Notimex[/caption]
El colmilludo Dante Delgado reveló una carta en la que los grupos parlamentarios de oposición en el Senado, PRI, PAN, PRD y MC, exigen a la Junta de Coordinación Política proponer, en congruencia con el trabajo del primer año legislativo, se respete el acuerdo de paridad de género y sea una mujer quien presida la Mesa Directiva, a partir de septiembre. El político veracruzano reforzó el planteamiento con los argumentos de que se han realizado reformas sustantivas en esta Legislatura, como aprobar la igualdad de participación de las mujeres en la vida pública. Además de que se ha luchado por la igualdad con voluntad y respeto a las mujeres. De inmediato se mencionaron nombres. Por Morena, Martha Lucía Micher (quien parece ser la favorita), Ana Lilia Rivera, Imelda Castro y Mónica Fernández Balboa. Por el PRI, Sylvana Beltrones y Vanessa Rubio, y por el PAN, Kenya López y Alejandra Reynoso. Todo indica que se acabó el club de Toby en el Senado y se abortaron los intentos de reelección. Recordemos cuando AMLO asumió el poder y dijo: “…no estoy de acuerdo con la reelección, porque yo no sólo estaría en contra de la Constitución, sino también traicionaría mis principios y renegaría de mi honestidad que, estimo, es lo más valioso en mi vida”.

‘¡Calienta que me comparen con Salinas!’

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya le mandó decir a sus opositores que no lo comparen con Salinas, porque eso sí calienta [caption id="attachment_574852" align="aligncenter" width="600"] Foto: Víctor Gahbler[/caption]
Con la recién aprobada Ley de Austeridad, comenzó una polémica que involucró al Presidente, pues se le llegó incluso a comparar con su archirrival de décadas: Carlos Salinas de Gortari, descrito en lenguaje obradorista como "el gran líder de la mafia del poder". Y es que la mencionada ley, dejó abierta la puerta del sospechosismo, pues se establece que el monto de lo ahorrado con las prácticas de austeridad, será puesto a disposición del mandatario para lo que considere conveniente. Ante esto, la oposición comparó este monto con la famosa partida secreta que fue erradicada después del sexenio de Salinas, debido a su excesivo cinismo para su despilfarro. En 2009, la periodista Carmen Aristegui reveló un audio en donde el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, aseguraba que Salinas se robó la mitad de la partida secreta. Posteriormente, también Aristegui, transmitió una entrevista con el expresidente Miguel de la Madrid, en la cual afirmó que Salinas fomentó una “gran corrupción” entre su familia y que respecto a la partida secreta, se presentaron desvíos importantes. Con estos antecedentes, es entendible que el primer mandatario se ofenda con tal comparación.

Mano negra en el motín de la Federal

Muy pronto se revelaron las manos negras detrás de las protestas; la mano de Calderón fue evidenciada, de una forma un poco torpe [caption id="attachment_574853" align="aligncenter" width="600"] Foto: Cuartoscuro[/caption]
Desde el momento en que el presidente López Obrador señaló que la Policía Federal era una institución que estaba echada a perder, los analistas políticos avizoraron consecuencias funestas, aunque algunos fueron mucho más mesurados y señalaron que quizás era sólo un problema de comunicación. Los elementos de la Policía Federal reaccionaron con una manifestación que desquició no solamente importantes vialidades, sino que cimbró la columna vertebral del área de seguridad de la 4T. AMLO no se amedrentó y fustigó a los que en su momento corrompieron la institución. Además, el Presidente advirtió que se identificaron las “manos negras” que estaban detrás de la rebelión, pero se abstuvo de mencionarlas, algo que en realidad era innecesario. Ya que resultó sorpresiva la reacción del expresidente Felipe Calderón, que salió en defensa de los sublevados, a la par algunos de ellos, pidieron al exmandatario que asumiera la defensa de su causa. Nuevamente el sospechosismo apareció de inmediato. El golpe a la columna vertebral del esquema de seguridad de la 4T todavía no arroja sus principales consecuencias. En política nada es casual y siempre los perros tienen dueños. Y la rebelión de la PF seguramente que no es la excepción.

POR JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO

@JOSELUISCAMACHO

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