El ocaso de la policía federal

En siete meses lograron desaparecer áreas estratégicas de la PF

Las manifestaciones, bloqueos y protestas de la Policía Federal es el resultado de la frustración que les ha provocado el comprobar una serie de promesas incumplidas por la administración de Andrés Manuel López Obrador. Durante la campaña, López Obrador, en más de una ocasión habló maravillas de la Policía Federal. Planteó el fortalecimiento de la corporación, el incremento a sus sueldos, vaya, en tiempos de campaña, la Policía Federal era el ejemplo a seguir por sus investigaciones, inteligencia, persecución, desmantelamiento de bandas del crimen organizado, así como la incautación de toneladas de estupefacientes que buscaban penetrar el territorio nacional a través de aeropuertos internacionales. Esa expectativa de una vida mejor, de mejores condiciones de trabajo, orillaron a muchos elementos a votar por AMLO. A un año de ese triunfo, lo que fueron vítores y votos, hoy son bloqueos, manifestaciones y un pliego petitorio que exige al Presidente cumplir sus promesas, mantener sus conquistas laborales, defender sus antigüedades y no perder su trabajo. El Presidente insiste en que una “mano negra” sin nombre y apellido está dentro de la corporación. Ahora los acusa de corruptos, de ineficaces y anunció que en un año y medio, la Policía Federal habrá desaparecido. Para algunos mandos de la PF, que me pidieron el anonimato, la estrategia del Presidente es hasta cierto punto macabra: desaparecer la PF para eliminar el parámetro de acción de las policías estatales y municipales, y con ello mantener el control del país a través de una militarización de la seguridad nacional. Me recordaron que fue la misma PF la que capacitó a los miembros del Ejército y la Marina en áreas de estrategia para el combate al crimen organizado. Hoy la quieren desaparecer; es el mundo al revés me aseguran. Mis fuentes en la PF señalan a dos mandos enviados para desmantelar las áreas de seguridad investigación e inteligencia: Arturo Jiménez y Jackson Villacis en siete meses lograron desaparecer áreas estratégicas de la corporación, dejándola inerme ante el crimen organizado. En la PF están desconcertados. El mensaje de Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Ciudadana Federal, asegurándoles respeto a sus conquistas laborales no les significó nada, sólo les queda la protesta, la mediatización y hacer del conocimiento público que detrás de esta “estrategia” hay una intención de control y de poder desmedido. Corazón que sí siente: Como “sabotaje legal” calificó AMLO las suspensiones definitivas para evitar la construcción del aeropuerto de Santa Lucía. Mala señal para el Juicio de Amparo, la mejor defensa contra el abuso de la autoridad.

Por: Jesús Martín Mendoza