Nulo optimismo este 2º semestre, con recesión riesgo para peso y BMV y pronto más pronósticos a la baja

POR DESGRACIA HAY muy pocas noticias económicas favorables a estas alturas del año, cuando hoy justamente se cumplen los primeros 7 meses.

Ayer el INEGI de Julio Santaella dio a conocer la tasa de desocupación abierta a junio que se ubicó en 3.57% de la Población Económicamente Activa (PEA), o sea por arriba del nivel de mayo pasado y también de hace 12 meses cuando estaba en 3.39%.

La desocupación fue la más alta para un mes de junio en los últimos 3 años, producto del debilitamiento de la actividad y el mercado de trabajo.

Con una economía estancada es complicado el que se puedan generar empleos, al igual que las importaciones crezcan. En el primer semestre sólo las de bienes de capital se han contraído casi 6% en congruencia con la caída de las inversiones de maquinaria y equipo.

Falta conocer hoy el comportamiento de las finanzas públicas a junio que dará a conocer hoy la SHCP de Arturo Herrera. Si bien los recortes por la austeridad han controlado el gasto, los ojos de los analistas estarán en observar la evolución de los ingresos en el contexto de la atonía que se vive.

También mañana se conocerá el dato del PIB al segundo trimestre. Buena parte de los expertos estiman que la cifra será negativa como lo fue el primer trimestre. Con ello técnicamente México estará ya en recesión.

En el mejor de los casos habría un número marginalmente positivo, situación que es irrelevante para una economía semiparalizada desde hace más de un año desde las elecciones.

El consenso en torno al dato negativo por los expertos no es gratuito, luego de conocer la caída del 0.3% que arrojó el IGAE el pasado viernes.

Este último indicador se calcula con la misma metodología del PIB, por lo que se constató que continúa la contracción industrial y un debilitamiento del comercio y servicios, dado que hay un consumidor más cauteloso.

Si bien Citibanamex que dirige Ernesto Torres Cantú recién ajustó su proyección del PIB 2019 a sólo un 0.2%, para las próximas semanas veremos otras estimaciones que inclusive podrían ser negativas.

Y es que para le segundo semestre no hay indicios de alguna mejora de la actividad productiva.

Lo curioso es que en esta ocasión la economía mexicana se ha desligado del ciclo que vive EU. El miércoles se conocerá la decisión de política monetaria de la FED que comanda Jerome Powell y es casi seguro que se reducirá en un cuarto de punto el nivel de las tasas.

La idea es empujar el ritmo económico. Sin embargo el PIB de EU crecerá al menos 2.2% vs 2.7% del 2018, lo que nos tendría que ayudar.

Esta situación no se ha dado porque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha empujado diversas acciones de política pública que han mermado la confianza de la IP para invertir.

Al confirmarse la recesión, expertos como Gabriela Siller de Banco Base no descartan nuevas presiones a la cotización peso-dólar y mayor volatilidad bursátil.

De por si el IPC de la BMV que dirige José-Oriol Bosch muestra una caída del 17% en los últimos 12 meses, si se considera que ese índice estaba en 49,698 puntos en julio del 2018 vs los 41,276 de ayer.

Obvio los inversionistas no se sienten confiados, ya que frente a indicios de limitada recuperación, las emisoras ven poco margen de crecimiento.

Así que muy poco para escribir a casa.

***

SI BIEN HASTA ahora la recaudación fiscal se ha logrado mantener a flote –hoy veremos los números de junio-, la apuesta del SAT que lleva Margarita Ríos-Farjat está en una mayor fiscalización. Le adelantaba que en el último trimestre del año se apretará más fuerte. Expertos estiman sin embargo que esto no será con base a abrir más auditorías, sino en detallar las que hoy se realizan con el foco en neutralizar operaciones inexistentes. Este cambio en la estrategia ya lo han visto los contribuyentes y en apego a ello debería apuntalarse la masa del tributo, al lograrse un mayor cumplimiento en lo que hace al ISR. Para el IVA la historia es otra, y tiende a debilitarse con un consumo acotado.

***

RESULTA QUE EL volumen de las importaciones de granos y oleaginosas cayó 0.3% en el primer semestre, al significar 16.44 millones de toneladas. También el valor de lo que se compró disminuyó 4.2% con un monto de 3 mil 256 mdd. De acuerdo con Juan Carlos Anaya del Grupo Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), este comportamiento fue inercial y nada tiene que ver con el estancamiento. Esto quizá se verá más adelante, puesto que la comida es lo último que se afecta. Las importaciones de maíz cayeron 4.4% y las de trigo 8.3%. En el primer caso Sinaloa, Sonora y Tamaulipas tuvieron una cosecha récord de 9 millones de toneladas. Sólo Sinaloa aportó 6.4 millones. En lo que hace al trigo, las compras externas se suplieron con más producción de Sonora y Sinaloa. En esto tampoco se ve aún ninguna relación con las políticas de sustitución que empuja SADER de Víctor Villalobos.

***

LE ADELANTO QUE Javer que comanda Salomon Marcuschamer sigue adelante con las negociaciones para reestructurar sus pasivos. Este asunto ya lo conoce el mercado, en el contexto de un rubro de vivienda seriamente afectado por la eliminación de subsidios y la indefinición en las políticas de vivienda. En el segundo trimestre Javer trae una caída de más del 20% en el número de viviendas comercializadas y sus ingresos. La deuda a refinanciar se ubica en más de 3 mil mdp.

POR ALBERTO AGUILAR 

ALBERTOAGUILAR@DONDINERO.MX 

@AGUILAR_DD

edp