Un cambio de opinión conveniente

Trump calificó como positiva la labor del gobierno mexicano para reducir la llegada de migrantes

Las relaciones entre Estados Unidos y México parecieron haber superado una crisis cuando el presidente Donald Trump anunció que su amenaza de imponer tarifas comerciales estaba ya fuera de consideración. La decisión de Trump se debió a la que calificó como gran labor del gobierno mexicano para reducir la llegada de migrantes centroamericanos en busca de asilo en EU. El anuncio hecho el lunes fue una gran salida política para el presidente Trump. En buena medida le evitó ir adelante con una amenaza que probablemente le habría resultado costosa en términos de las elecciones de 2020: el peso de las sobretasas habría recaído en los consumidores estadounidenses, en un virtual impuesto progresivo que pondría nerviosos a muchos legisladores republicanos, especialmente de estados donde habrá elecciones el próximo año. Ciertamente podría hablarse de alivio en el gobierno mexicano. De haberse concretado, la gabela podría haber sido muy onerosa para la economía mexicana y era un riesgo difícil de correr. El anuncio fue también congruente con la imagen de negociador exitoso que Trump desea presentar de cara a las elecciones presidenciales del próximo año. De hecho, ya en los últimos días había subrayado que en sólo unos días había convencido al gobierno mexicano de tomar medidas de control que sus predecesores habían buscado sin éxito durante 40 años. Su asesor y yerno, Jared Kushner, se había referido ya también a la disminución de 25 por ciento en el número de arrestos en la frontera, días antes de que reportes sobre datos internos filtrados del Departamento de Seguridad Nacional consignaran que el número de aprehensiones fronterizas en junio había sido de 87 mil, en contraste con los más de 130 mil registrados en mayo y en meses anteriores. Paralelamente, según analistas políticos, la baja permite a Kevin McAleenan, secretario del DHS en funciones, anunciar el éxito del acuerdo del 7 de junio con México y consolidar su posición. El gobierno mexicano, por su parte, se ha movilizado para tratar de encontrar soluciones al problema. A corto plazo, la movilización de efectivos de la Guardia Nacional, y a largo término la puesta en marcha de un programa de desarrollo fronterizo en asociación con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) para el sureste del país y el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador). Algunos, en Estados Unidos y en México, subrayaron por su parte la relativa premura del anuncio, apenas unas semanas después de hecho el compromiso, y cuando las acciones recién comienzan a tener efecto. Pero el éxito anunciado, ciertamente, no evitó que Trump siguiera adelante con sus planes de dureza contra los migrantes indocumentados y la construcción de un muro fronterizo. Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS