Todos los medios reportan que la Corte Suprema de Estados Unidos le dio al presidente Donald Trump el poder de usar 2,500 millones de dólares para construir 100 nuevas millas de muro en la frontera con México. Esa información es incompleta.
La Corte Suprema no le dio a Trump sólo el muro, le dio los inmensurables poderes de declarar una "Emergencia Nacional" cada vez que le dé la gana. Y con ello, reasignar los fondos ya aprobados por el Congreso para lo que quiera. Y si una de las principales funciones del Congreso es la de emitir un presupuesto nacional, pues con esos poderes transferidos a la Presidencia, los 535 miembros del Congreso ya no sirven de mucho.
Los cinco jueces conservadores, de los cuales dos son títeres de Trump, convirtieron al presidente en alguien a quien hay que temer. Lo hicieron Súper Trump.
Los presidentes de EE.UU. nominan a todos los jueces federales en el país a posiciones de por vida. Desde hace años los conservadores han querido transformar a todo el poder judicial federal, compuesto por 9 magistrados en la Corte Suprema, 725 jueces federales en 94 distritos judiciales organizados en 12 circuitos regionales, que a su vez componen cada uno un tribunal de apelaciones. Los presidentes liberales nominan jueces liberales, los conservadores, pues, conservadores.
Imagínese usted el inmenso poder de controlar al poder judicial en un país en el que ese poder es verdaderamente independiente, y en el que los aspectos más importantes de la vida son decididos en las cortes. Imagínese usar ese poder para nulificar la principal función del legislativo; controlar el destino de los trillones de dólares del presupuesto público de Estados Unidos.
Si Trump puede reclamar ante cualquier situación una "Emergencia Nacional" para obtener lo que él quiera, pues simplemente deja de existir el balance de poder del que Estados Unidos tanto presume.
El Comité de Abogados de Derechos Civiles esta horrorizado declarando que hay una crisis constitucional: "Ningún presidente en los últimos dos siglos había invocado el poder de emergencia para financiar un objetivo de política publica ya desaprobado por el Congreso".
La Corte Suprema dio a conocer su fallo, el viernes a las 6:20 de la tarde, el mismo día en que el Congreso concluyó su trabajo antes de tomar su receso de 5 semanas de agosto. Por eso digo, esa fue una acción premeditada y mañosa, porque la misma ley que le da al Presidente poderes de emergencia deja aún remedios para rechazar abusos de esta ley.
La sección 5 –del Acta de Declaración de Emergencia– le da a la Cámara baja el poder de repudiar la declaración de inmediato, y de pasarla al senado para que dentro de los 15 días siguientes, ratifique la acción presidencial de abuso.
Conclusión: Eso no va a ocurrir. Como le dije antes, los "honorables miembros", como se llaman entre ellos, se fueron de vacaciones, y al permanecer mudos, se convirtieron en cómplices del muro que de dientes para afuera, critican tanto.
POR ARMANDO GUZMÁN
*Periodista
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