Con el argumento de que quieren contribuir a la consolidación de la prosperidad incluyente, los ejecutivos de medio centenar de bancos, nacionales y extranjeros, que operan en México, le hicieron saber al Presidente que tienen disponibles 500 mil millones de pesotes para financiar el crecimiento económico del país. Sin embargo, no tuvieron el valor de decirle que tienen miedo, mucho miedo de que el país entre en recesión económica, como pronostican los agoreros del desastre, y nos lleve el tren.
De que tienen el billete no hay duda; el punto es que las empresas y los clientes de los bancos comunes y corrientes no están pensando en invertir ni solicitar créditos ante una posible tormenta económica y financiera en el segundo semestre del año, afirman los especialistas. Ante tal incertidumbre, pocos son los que quieren endeudarse, pues no saben si podrán pagar. Para nadie es un secreto que una buena cantidad de empresas, de todos los tamaños, está pensando en bajar la cortina, si no lo hicieron ya; que miles de empleados del sector público y privado han perdido su trabajo; que la clase media se está empobreciendo y los pobres se están convirtiendo en miserables, a pesar de que este año a través de los Programas de Bienestar les van a regalar 300 mil millones de pesos. De ahí pues que los bancos se encuentren desesperados porque no tienen a quién prestarle, insisten aquéllos.
Llama la atención de los observadores que los banqueros no hayan abordado con el Presidente las cifras que él tiene del crecimiento económico; “lo único que nos dijo fue que no está de acuerdo con los pronósticos del FMI”, ni de las corredurías que afirman que estamos en una “cuasi recesión económica”. Por cierto, sobre este asunto, la Asociación de Bancos de México aclaró que no hace pronósticos económicos, por lo que no puede opinar si al país se lo va a llevar la fregada o no. ¡Sacatones, pues!
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AGENDA PREVIA: Ya salió el peine en el penoso asunto de Baja California, en donde el gobernador electo Jaime Bonilla convenció a los legisladores, incluyendo a los del PRI y el PAN para que aprobaran la una reforma constitucional que le permite ampliar su mandato de 2 a 5 años. Según Jaime Martínez Veloz, Bonilla violentó la Ley de Nacionalidad, pues después de haber obtenido su certificado de nacionalidad mexicana por nacimiento en 2012, inmediatamente se inscribió para participar en elecciones en California, EU, por el Partido Republicano. El certificado señala que Bonilla renuncia a toda sumisión, obediencia y fidelidad a cualquier estado extranjero, y a pesar de ello se presentó a las elecciones mencionadas. ¿Y dónde está el peine? Preguntan los analistas bisoños. Pues que, si Bonilla logra ampliar su periodo de gobierno, un día podría anexar Baja California a EU, algo así como un estado libre y asociado. De ese modo, nuestros partners tendrían dos patios traseros uno pegadito a su territorio y otro en el sureste de México. ¡Qué visionario el próximo gobernador!POR LUIS SOTO
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