Faltan 15 días para la primera elección en la dirigencia del PRI, después de que casi fue borrado del mapa en las pasadas elecciones federales. Atrás ha quedado la camaradería. En estos tiempos, los aspirantes a dirigirlo se atacan con todo. Las patadas por debajo de la mesa están al por mayor y arrecian en los últimos días de la campaña.
La pugna se ha centrado entre Ivonne Ortega y el gobernador con licencia de Campeche, Alejandro Moreno. Una tercera candidata, Lorena Piñón, está más bien ubicada para hacerle la comparsa a Alito.
La exgobernadora de Yucatán no ha tenido empacho en denunciar las amenazas de las que ha sido objeto y las advertencias que recibió para no participar en la contienda. Como en febrero, cuando en una comida en The Palm, con el entonces mandatario campechano, éste le pidió que “no se postulara porque él tenía el apoyo de los gobernadores, el expresidente Enrique Peña Nieto y el presidente Andrés Manuel López Obrador”, por lo que “no había manera” de que pudiera registrarse, competir y ganar. La intención era que sólo se presentara un candidato de unidad.
No es la primera en decirlo. En el video donde dio a conocer su renuncia al partido y a su aspiración para dirigirlo, José Narro Robles señaló que existía un “preferido de la cúpula del PRI” y que eran “groseros los indicios de intervención del gobierno federal”.
Ivonne Ortega cuenta también que para disuadirla, Alito le ofreció una diputación plurinominal, que ella rechazó (el ofrecimiento se lo habían hecho también a otras personas).
El PRI decidió que esta elección sea abierta a los militantes vía votación directa. No hay cifras exactas sobre cuantos afiliados tiene el partido, pero se pronostica una amplia abstención. Una encuesta le da ventaja de 15 puntos porcentuales a Alejandro Moreno, pero el equipo de Ivonne Ortega presume otras dos donde la yucateca lleva la ventaja.
Por eso piensan que les pondrán más piedras en el camino y ocurrencias. Por ejemplo, el equipo de Moreno ha propuesto que las urnas de la elección no lleven cadena de custodia. También ha recibido amenazas de Rubén Moreira, a quien denunció ante la Fiscalía.
Pero lo más grave es la operación que el gobierno federal hace a favor del campechano. Se han recibido denuncias donde beneficiarios de programas sociales son amenazados con el retiro de los apoyos si no manifiestan su simpatía por Alito. Él lo ha negado todo.
Sea cual sea el desenlace, la elección ha sido manchada. Parece que en el PRI no han aprendido nada.
CONTRASEÑA: Emilio Lozoya Austin está preparando la grabación y difusión de un video donde denunciará el papel que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray tuvieron en las transacciones de Fertinal y Agronitrogenados, que hoy lo tienen a un paso de la cárcel. Su abogado nos adelanta que dará a conocer “la verdad” porque “es injusto que lo acusen de todo”. Será en dos semanas.
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
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