AMLO vs. prensa

El Presidente se ha llenado la boca de críticas a la prensa fifí, diciendo que fue cómplice del maldito neoliberalismo

¿Qué tienen en común Andrés Manuel López Obrador y Ernesto Zedillo? (No, no me refiero a que ambos llegaron a la Presidencia de México). Se parecen en que ambos desprecian a los periodistas y a los medios de comunicación. La diferencia es que AMLO los necesita, sabe que le sirven y los usa. Zedillo, no, los evita. Durante décadas, periodistas y medios de comunicación hemos sido fustigados por ser “parciales”. En los últimos 50 años, nos han reclamado una imparcialidad, de acuerdo a la siempre subjetiva opinión —o intereses— de quienes nos la exigen. Ahora resulta, en tiempos de la Cuarta Transformación, que ¡ser imparciales no está bien! En su conferencia de prensa del pasado lunes, López Obrador no dejó lugar a dudas. Para él, los periodistas deben ser militantes, defender su ideología e impulsar cambios políticos a través de la prensa. “Los periodistas mejores (sic) que ha habido en la historia de México, los de la República Restaurada, todos, tomaron partido”. afirmó López Obrador. “Y es que es muy cómodo decir ‘yo soy independiente’. O el periodismo no tiene por qué tomar partido o apostar a la transformación”. ¿Dónde quedó aquello de que “el periodista debe ser imparcial”? O, “los periodistas no debe influir con su trabajo en las opiniones de la gente”. ¿Acaso la 4T nos dio licencia? “Es nada más analizar la realidad, criticar la realidad, pero no transformarla. Es nada más editorializar para afectar las transformaciones”, dijo López Obrador. “Editorializar es tomar partido, Presidente, usted pide que solamente editorialicen a favor de usted”, respondió Arturo Rodríguez, reportero de la revista Proceso. “Todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones. Es una visión distinta, sí. Pero (Francisco) Zarco estuvo en las filas del movimiento Liberal, y los Flores Magón también”, remató el Presidente. Queda claro que quiere prensa militante, que se someta a la Cuarta Transformación; prensa dócil y sin crítica. El Presidente se ha llenado la boca de críticas a la “prensa fifí”, diciendo que fue cómplice del maldito neoliberalismo. ¿Lo que está pidiendo no es acaso una prensa cómplice de la 4T? Personalmente pienso que los periodistas tenemos derecho a expresar nuestras opiniones. Estoy convencido de que nuestros lectores y audiencias tienen la madurez e inteligencia suficiente para discernir, filtrar, censurar, analizar y concluir lo que cada uno quiera. Estoy a favor de quitarnos las máscaras y opinar libremente sin ser censurados por ello.

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BON APPÉTIT: Aún ignoramos si Carlos Lomelí, el ex súper delegado federal en Jalisco, enfrentará a la justicia por tráfico de influencias en el gobierno donde “ya no se tolera el influyentismo y la corrupción”. Lo que ya se sabe es quién lo sustituirá. Es Alberto Maldonado Chavarín, maestro en Derecho, amplio conocedor del estado, muy rentable ex candidato de Morena al municipio de Tlaquepaque y tiene buena relación con el gobierno de Jalisco.

POR ALEJANDRO CACHO

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