Debo reconocer que la administración federal me hace reír o llorar, pero ciertamente nunca me deja impávida. De verdad no sé si en Morena siguen una estrategia de distracción al seleccionar roles a emular o si todo obedece a una absoluta ignorancia en su actuar, pero vaya que ha resultado admirable su capacidad de provocar reacciones desde lo más profundo de mi ser. Ayer mismo, tres asuntos me generaron una suerte de indignación y sorna a la vez.
Claro, los miembros y fervientes seguidores de la Cuarta Transformación dirán que ya se me terminó “el chayote” y ahora me dedico a golpear a la presente administración y a los ejemplos que esta resalta para su conducción gubernamental. Nada más lejos de la verdad. Nunca he recibido dinero u otras prebendas a cambio de analizar de tal o cual manera el acontecer social; afortunadamente escribo con absoluta libertad intelectual y de conciencia.
Empecemos por retomar un tuit reciente de Yeidckol Polenvsky (@yeidckol), dirigente del Movimiento Regeneración Nacional, donde anuncia el homenaje del partido #Morena a #PanchoVilla como ejemplo para la administración en cuanto a la búsqueda de un México pacífico, justo, libre y soberano. ¿Es en serio? ¿No se trata de una equivocación?
Sin duda, Villa fue un producto de su tiempo; un hombre en mucho sentidos extraordinario. Juzgarlo con criterios actuales es inadecuado, como es hacerlo en lo referente al actuar de varios personajes históricos. Pero de allí a referirse a un guerrero, asesino y violador como un hombre pacifista, justo y libertador...
Cuidado con confundir a quien enfrenta a Estados Unidos —al grado de haber “invadido” ese país en su momento— con un patriota y defensor de la soberanía nacional.
Si a esas vamos, entonces tomemos la política anti inmigrante del presidente Donald Trump como modelo a seguir para desplegar una conducta nacional correcta y soberana. ¡Un momento! Ello me lleva al segundo asunto a comentar.
Andrés Manuel López Obrador apenas dijo en su mañanera del lunes que “nuestra agenda ya no se dicta desde el extranjero”. Es cierto —y no pude evitar abrir los ojos y levantar las cejas—: ahora se nos instruye por escrito vía Twitter o, peor aún, desde el piso 22 de nuestra propia Cancillería en boca de Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense.
Con los migrantes ilegales (compatriotas y extranjeros por igual) hemos adoptado como parangón la actitud bravucona y de golpeteo de nuestro vecino anaranjado. Tanto así que el gobierno de Estados Unidos AVALÓ las acciones que está llevando a cabo México, mismas que arrojaron una reducción de 36% en la migración ilegal y que continuarán al menos 45 días más.
¿Hasta cuándo la 4T proseguirá por ese camino? Lo desconozco. ¿Se normalizarán las demencias en nuestra psique colectiva e individual? ¿Imperará enaltecer este tipo de acciones y figuras a través, por ejemplo, de la Cartilla Moral de la 4T? De verdad espero que no.
Por lo pronto me tranquiliza saber que por lo menos hay otro individuo que se pregunta eso mismo: el Presidente del Parlamento Evangélico, quien ha rechazado distribuir ese documento en razón de que varios miembros del gabinete presidencial transmiten una dudosa actitud moral...
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
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