En menos de 30 días serán expulsados del PAN sus siete diputados locales que votaron a favor de la Ley Bonilla, en Baja California, mientras que en el Congreso de la Unión se prepara una batalla jurídica y política para revertir el agravio cometido en aquel estado.
La estrategia incluye buscar la desaparición de poderes de la entidad, someter a juicio político e inhabilitar hasta por 10 años a todos los legisladores que aprobaron la extensión del periodo de gobierno, de dos a cinco años.
De acuerdo con un senador que participa en la elaboración de la estrategia, todos los partidos son corresponsables, por lo que tienen que asumir el costo y eso incluye sancionar a sus legisladores.
En el caso del PAN, ya identificaron al diputado Carlos Torres Torres como el principal operador de toda la maniobra legislativa que resultó en la Ley Bonilla.
Es oriundo de Mexicali, con una carrera política cercana al ex presidente Felipe Calderón y a varios ex secretarios de Estado. Incluso, me dicen que podría ser mencionado en algunas investigaciones del gobierno federal en torno a temas aduanales del pasado.
A este personaje lo ven muy activo entre la clase política de su estado y cercano también al gobernador Francisco Kiko Vega, pero alejado del ex candidato de su partido, Óscar Vega, y de su dirigencia nacional.
Todavía no cuentan con las pruebas para demostrar que fue él quien operó todo, pero el CEN designó una comisión, conformada por panistas locales y nacionales, cuya misión es documentar el caso para llegar hasta las últimas consecuencias, no sólo políticas, sino legales.
Por lo que hace a la desaparición de poderes, un grupo de legisladores le tomó la palabra al diputado Porfirio Muñoz Ledo y elaboran ya un borrador para darle sustento jurídico, además de la controversia constitucional que interpondrán en breve con un documento avalado por partidos aliados a Morena, como el PT y el Verde.
Así es como el Congreso se prepara para enmendar la plana a un grupo de diputados que, de la noche a la mañana, decidió cambiar la ley para hacerle un traje a la medida al gobernador electo de Morena, Jaime Bonilla, quien lo único que atina a decir es que respeten su regalazo y la autonomía de su estado.
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La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rindió ayer su informe de Gobierno por los 200 primeros días de gestión, con un mensaje objetivo y claro.
Reconoció que la inseguridad sigue siendo el talón de Aquiles de este gobierno, pero confió en que pronto habrá resultados porque la estrategia es muy clara.
Falta mucho por hacer, comentó en su discurso, pero hay avances. Y a manera de ejemplo, mencionó que la política de austeridad permitió un ahorro de 25 mil millones de pesos.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Tengo el placer de regalárselo a usted por muy poco dinero”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ