En la cancillería hay sentimientos encontrados por el terremoto que ha significado la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, como su secretario de Relaciones Exteriores.
Los diplomáticos de carrera tenían las esperanzas puestas en Ebrard por su trayectoria académica, egresado de Relaciones Internacionales de El Colegio de México, hijo político de Manuel Camacho Solís -excanciller fugaz-, por el despliegue global que logró de la Ciudad de México cuando fue jefe de Gobierno, pero sobre todo por su cercanía con el Presidente.
Lamentablemente, AMLO ha expresado y lo ha demostrado en los hechos que no le interesa la política exterior. El Plan Nacional de Desarrollo proyecta una visión muy limitada del potencial global del país. La ausencia de AMLO en los principales foros globales en los que participa México, como el G-20 y la Alianza del Pacífico, dejan mal parado al país, nos hace ver como un país parroquial. Obviamente eso lo está aprovechando el canciller Ebrard para promover su imagen personal, que es completamente válido; sin embargo, eso lo aleja de sus aspiraciones presidenciales.
El éxito de Ebrard en EU fue un trabajo en equipo con miembros muy capaces del SEM, tanto de la embajada de México en Washington, que dirige Martha Bárcena Coqui. En la cancillería reconocen el trabajo de Héctor Ortega, consejero para Asuntos Políticos en Embamex, y del nuevo consejero jurídico Alejandro Celorio, quien firmó la carta compromiso de México.
El “Equipo SEM” como se les conoce al resto del equipo fue conformado por miembros adscritos a la Embamex, como Natalia Jiménez, Oficina de Asuntos Hispanos; Euclides del Moral y Sergio Méndez, de Asuntos Jurídicos; Francisco Anza, Asuntos Hispanos y Migratorios así como Guillaume Michel, responsable de Asuntos Especiales. Los diplomáticos en Ciudad de México que apoyaron en D.C. fueron Salim Ali Modad, Frontera Sur y Migración Regional, y Julián Escutia, de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior. Hay otros héroes anónimos que dedicaron horas extra de trabajo e inteligencia para salvar la negociación agresiva que impuso Trump a México.
En el SEM están muy contentos de la mancuerna que hicieron con el canciller y su equipo político en las negociaciones en Washington, en su destacada participación en la reunión de Lima de la Alianza del Pacífico con los presidentes de Colombia, Chile y Perú y también en su gira de trabajo por China; sin embargo, hay temores fundados de que Ebrard salte a otro cargo público, con más poder político, para alcanzar su sueño de ser presidente de la República. Aunque la 4T ha sido poco generosa con la diplomacia saben que les puede ir peor con un político sin experiencia internacional. En la segunda parte hablaré de recortes y empobrecimiento crónico de nuestra diplomacia.
AGENDA ESTRATÉGICA. Última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi: www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2019/ensu/ensu2019_07.pdf
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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La diplomacia mexicana y la 4T (parte I)
Andrés Manuel López Obrador ha expresado, y lo ha demostrado, que no le interesa la política exterior