El limbo de los refugiados y de los migrantes

La guerra en Siria ha producido 13 millones de refugiados, lo que laconvierte en la mayor crisis del siglo XXI

Ahora que México enfrenta fuertes presiones migratorias desde el sur y el norte, y que el gobierno federal anunció a inicios de esta semana que retiraba la cooperación a los programas de asistencia humanitaria al exterior, es oportuno comentar uno de los casos más actuales y de proporciones gigantescas con ramificaciones y repercusiones para la seguridad internacional: los refugiados sirios en el mundo. México, por cierto, había tomado parte, bien que discreta, para aliviar su situación entre 2013 y 2017. La guerra en Siria ha producido 13 millones de refugiados, lo que la convierte en la mayor crisis de refugiados del siglo XXI. EU admitió en 2016 a 12 587 personas; en 2018 a 62. En contraste, Líbano, Jordania, Irak y Egipto han debido albergar a millones. Por otra parte, según el ACNUR, en Turquía, al 7 de febrero de 2019 había 3 644 342 refugiados sirios registrados (de los 6.4 millones de sirios que han huido de su país desde abril de 2011). Su situación, de inicio apremiada, acarrea numerosos claroscuros. El gobierno del presidente Erdogan ha ofrecido a la ciudadanía, con restricciones, a sirios con calificaciones educativas, empresariales o profesionales. Al mismo tiempo, millones de sirios siguen bajo el estado de "protección temporal", que los excluye de las formalidades de empleo y las obligaciones fiscales; otros se han quedado en campamentos improvisados del otro lado de la frontera desde 2016. Asimismo, los sirios se convierten en chivos expiatorios de los problemas del sistema económico turco. En una encuesta de septiembre de 2018, 83% de los turcos dijeron que veían a los refugiados sirios en forma negativa; a la vez, Erdogan declara con frecuencia que todos los refugiados regresarán a Siria. Pero la mayoría probablemente se quedará; pocos tienen la intención de irse y han empezado a participar y crecer. Así las cosas, para el gobierno en Ankara será complicado persuadirlos de que se reubiquen en países extremadamente inseguras por su corrupción e impunidad, o devastadas por la guerra. El crecimiento de un grupo no asimilado con derechos económicos y políticos limitados no augura una convivencia social saludable a largo plazo. La situación de los palestinos en Líbano es un ejemplo de refugiados que enfrentan oportunidades económicas restringidas, hostilidad local y reservas legales basadas en la ilusión del gobierno anfitrión, con el agravante de que, al carecer de cualquier alternativa a su actual país de residencia, los palestinos se quedan en el limbo indefinido. En limbos legales parecidos podría permanecer la población siria refugiada en Turquía; y, mientras que se resuelvan, como para los migrantes en México o en EU, decir limbo es decir cuestionamiento continuo de derechos. Mientras que la definición legal de migrantes tiene implicaciones relevantes para el debate político y el diseño de programas, y a la vez que sus circunstancias son también diversas, estas poblaciones en movimiento se enfrentan al desafío de conceptualizaciones particulares del territorio y de la soberanía política, de modalidades de control. En ellas, su definición se juega su vulnerabilidad legal y física. POR MARTA TAWIL *Investigadora de El Colmex