La amenaza viene de Estados Unidos, ya que este país implementó una nueva clasificación de bebidas a la que llamó “agave spirits”, con ello abre la puerta para que cualquier nación que produzca un líquido con agaves, pueda insertarse en la misma clasificación que nuestro mezcal o tequila, que cuentan con historia, tradición y denominación de origen.
“Usurpación de Estados Unidos”, así llamaron los productores tequileros y mezcaleros a la nueva categoría de tragos que crearon en el país gobernado por Trump.
Porque no sólo viene una competencia desleal, menguaría el prestigio de la marca, se caerían los más de 220 millones de litros de tequila que se exportan aproximadamente a 120 países, y los poco más de 4 millones de litros de mezcal que se envían a 60 naciones.
En una carambola de tres bandas, la reciente clasificación de bebidas espirituosas en la unión americana también afectaría la Ruta del Tequila, en Jalisco, que opera desde hace 13 años con mucho éxito; en el 2018 recibieron millón y medio de visitantes con una derrama económica de unos 800 millones de pesos.
El tequila es un motivador de viaje, ya sea en shots o de a traguito, es lo que más beben los turistas extranjeros cuando están en nuestro territorio, además de que 57 por ciento de los visitantes internacionales lo hicieron movidos por probar y saber del destilado que más tomamos los mexicanos.
Aquí se abre un nuevo capítulo de lucha para la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y para el canciller, Marcelo Ebrard.
Incluso ,ya hay propuestas de las Asociaciones de Denominación de Origen del Mezcal y el Tequila para contrarrestar al “agave spirits”. Para todo mal… ¡mezcal!
POR ÉDGAR MORALES
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