Con el paso de las horas y los días aumenta el daño a la imagen, a la autoridad moral y política de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. La razón: la ambición de poder de Jaime Bonilla Valdez, gobernador electo de Baja California, y la tardanza en rechazarla contundentemente.
Las evidencias y testimonios de los actores en Baja California indican que estamos frente a una trama de impunidad a cambio satisfacer la codicia por el poder de un cuestionado empresario maquilador y de medios de comunicación; amigo añejo del presidente López Obrador; ex priista que siempre quiso ser gobernador; ciudadano estadounidense señalado de tener viejas amistades con personajes ligados al mundo del narcotráfico en Baja California.
Esta historia de intrigas, corrupción e inmunidad comprada con millones de dólares parece el guión de una novela política-policiaca situada en un país ficticio, pero por desgracia no es así.
Es real y ocurre en México. Contra toda lógica democrática, los diputados bajacalifornianos aprobaron aumentar de dos a cinco años el periodo de gobierno de Jaime Bonilla. O sea, hicieron lo que les dio la gana con la Constitución del Estado y podrían sentar un precedente peligroso, según algunos.
Es decir, a capricho decidieron aumentar más del doble el periodo del gobernador electo, Jaime Bonilla. Y dejaron la puerta abierta para que cualquier legislatura del país, a capricho, decida lo que a sus intereses convenga, aunque vaya contra la voluntad de los electores.
Las voces más respetadas y emblemáticas de la izquierda mexicana, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, fueron las primeras en condenar el bodrio constitucional. Sin embargo, faltan otras. En primer lugar, la de propio Presidente de la República, quien no ha sido contundente en su condena.
El Senado de la República, a quien correspondería declarar una eventual desaparición de poderes en Baja California, tampoco se ha pronunciado. ¿Usted sabe en qué está ocupada la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, actual secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien -por cierto- es la responsable de la política interna del país?
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BON APPÉTIT: Noticias de Palacio de Reforma e Insurgentes: el Senado no aprobará que México se convierta en tercer país seguro, afirmó el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal.
En plena crisis migratoria con Estados Unidos, el senador Monreal no duda: “México va a mantener el tradicional principio de asilo político y de respeto a los derechos humanos”. Ya que hablamos del Senado, en los tiempos de la “austeridad republicana” algunos de la 4T se preguntan ¿cuánto costó el informe del presidente del Senado, Martí Batres, en lasinstalaciones de Xicoténcatl?
POR ALEJANDRO CACHO
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