Fue durante su autoexilio en París, Francia, a partir de mayo de 2015 que le permitió estudiar detalladamente los casos de éxito de la tierra de sus abuelos. Durante esos dos años y seis meses en la Ciudad Luz, Marcelo Ebrard captó también lo mejor de su modelo turístico.
El Consejo de Diplomacia Turística que presentó el jueves el canciller Ebrard junto al secretario de Turismo, Miguel Torruco, está basado en la estructura de operación turística francesa, sólo en la promoción.
Desde 2015, el gobierno de Francois Hollande traspasó las funciones de Turismo al Ministerio de Asuntos Exteriores, (¿presagio de lo que viene?). Con esto, la promoción turística de Francia depende de una plataforma de 152 embajadas, que entre sus funciones está difundir los destinos de ese país y de sus empresas turísticas.
Cuentan con un Consejo de Promoción de 24 miembros que a su vez se asesoraran de 600 profesionales expertos en los diferentes segmentos del turismo. Con una salvedad, también pagan a una agencia para el desarrollo turístico, llamada Atout France (presente en 28 países con 33 oficinas) que maneja un gasto anual de 64 millones de euros, donde el gobierno aporta 34 millones y la iniciativa privada 30 millones.
Para tomar en cuenta, estamos copiando al principal destino turístico del mundo, que recibe al año más de 87 millones de visitantes extranjeros, con una derrama de unos 38 mil 400 millones de euros.
Al Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia le llevó año y medio echar a andar el tema turístico, con voluntad aquí se puede implementar en seis meses, dicen expertos, pero mientras tanto, ¿quién cubrirá el vacío de promoción turística?
POR ÉDGAR MORALES
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