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Austeridad selectiva

Mientras el Presidente ahorra en seguridad y salud, la clase política disfruta y mantiene sus privilegios, pues no hemos visto una sola acción efectiva de la 4T

OPINIÓN

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La política de austeridad de la cuarta transformación se ha implementado de forma agresiva, contundente y sin remordimiento. Desafortunadamente estas medidas de ahorro hasta ahora sólo han aplicado para los ciudadanos, pues los principales recortes presupuestales se han dado en áreas y sectores de los servicios básicos que día a día ciudadanos como usted y yo necesitamos.

Para estas alturas es muy común escuchar de vecinos y familiares sobre aumento en los retrasos para recibir atención médica y cómo se agudizó el de por sí grave desabasto de medicamentos que padecen el IMSS y el ISSSTE.

Aunado a lo anterior, destacaron esta semana los señalamientos de miles de policías federales que acusaron ante los medios de comunicación los intentos de la actual administración de violar sus derechos laborales justificándose en la implementación de la política de militarización del presidente, a través de la Guardia Nacional.

Según acusaron, les piden renunciar a la policía federal y firmar un nuevo contrato con la Guardia Nacional, con el detalle de que en dicho acto pierden derechos como sus años de antigüedad para efectos de cotización ante las instituciones de seguridad social.

Mientras el Presidente ahorra en seguridad y salud y mientras le aprueban una ley que le da la posibilidad de manejar opaca y discrecionalmente los recursos provenientes de esos ahorros, la clase política disfruta y mantiene sus privilegios, pues a la fecha no hemos visto una sola acción efectiva de la 4T para por lo menos reducir el monto del financiamiento a los partidos políticos que, para este 2019, se repartirán una bolsa de casi 5 mil millones de pesos.

Y cómo objetar estas prerrogativas si Morena, partido hegemónico en la vida política actual, es quien más de esos recursos recibe con la nada módica cantidad de 1,628 millones de pesos, monto superior al que se le asignó a la alcaldía de Milpa Alta y casi similar al que recibió la alcaldía de Magdalena Contreras.

Es decir, Morena recibe los mismos recursos que toda una alcaldía de la Ciudad de México, con la diferencia de que contrario al deber institucional de una alcaldía que gobierna a millones de habitantes, un partido político tiene funciones específicas y de menor responsabilidad que un órgano administrativo.

Bajo este escenario es notorio que la política de austeridad de Andrés Manuel López Obrador es selectiva, pues no la aplica en las áreas donde no le conviene, sin embargo, los ciudadanos organizados ya están preparando una campaña que por fin acabe con los privilegios de la clase política y devuelva esos recursos a áreas de atención urgente como la salud, seguridad y educación.

Por Lorena Osornio

Ex candidata independiente para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Me?xico