Un año, el balance, el panorama

Varias decisiones han marcado la gestión de AMLO, y según analistas, dentro de poco podrán cobrar factura

Aunque tomó posesión el 1 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador casi empezó a ejercer la presidencia desde la fecha de su triunfo. Un disminuido Enrique Peña Nieto le cedió los reflectores y desde entonces empezó a dictar el rumbo del país. A un año de la fecha de su triunfo, varias decisiones han marcado su gestión, y según analistas, dentro de poco podrán cobrar factura. Es frecuente escuchar en conversaciones empresariales que un negro panorama se posa sobre el país para fin de año: fuga de capitales, devaluación, tasas de interés al alza o que inversionistas van a darse media vuelta. Algunos gurús de la economía consultados por la élite del país han preparado informes y presentaciones que ya circulan donde hacen proyecciones poco alentadoras. El común denominador serían las consecuencias que habrá por la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco, la capitalización no recomendada a Pemex, la construcción de la refinería en Tabasco y el incumplimiento de contratos, como el reclamo airado del embajador de Canadá ante el arbitraje al que el Gobierno de México sometió la construcción de un gasoducto. La catástrofe sería el resultado de la incertidumbre que se posó en los hombres del dinero desde que López Obrador aventajaba en las encuestas. El equipo económico de la 4T ha registrado esos informes. Los equipos de Alfonso Romo y Carlos Urzúa mantienen comunicación continua para amortiguar los efectos de las decisiones presidenciales. Más allá de las especulaciones, los representantes de AMLO argumentan que los índices macroeconómicos se mantienen sólidos, que el consumo en algunas regiones está repuntando, que los salarios mínimos van subiendo, que a pesar de las amenazas de Donald Trump hay buen balance comercial. En fin, que la estabilidad se mantiene. Pero los inversionistas siguen preguntando por el crecimiento económico. Los últimos pronósticos han ido ajustando a la baja las estimaciones originales. Y ante ello, hay que estar atentos a las acciones que ponga en marcha el gabinete económico. Lo lógico sería ajustarse más el cinturón, gastar de una forma más responsable, algo que se le ha reprochado en los primeros meses a la actual administración. Y la población sigue demandando empleos bien pagados. En mayo, el empleo formal generado redujo su crecimiento, que había sido ascendente desde el 2016, y fue el segundo peor de la última década para un quinto mes del año. Son sólo algunos datos duros que sustentan las preocupaciones de los inversionistas. Datos que son producto de las políticas de este gobierno. A menos que el Presidente tenga otras cifras. CONTRASEÑA: El discurso por el primer año de triunfo desde el Zócalo deberá ser transmitido el lunes en cadena nacional por todas las estaciones de radio y televisión concesionadas. Algo que nos remite a “ya Chávez quien”. CARLOSZUNIGAPEREZ@GMAIL.COM @CARLOSZUP