Niños migrantes, un año perdido

La administración de Trump sigue sin tener instalaciones adecuadas y personal capacitado. Eso no da votos

En mayo de 2018, Donald Trump enfrentó una ola de críticas por la separación de unos tres mil niños de sus padres migrantes como parte de su política “Tolerancia Cero”; hoy, un año después, la crisis sigue y la situación no parece mejorar para los menores.

La polémica ahora se debe a las terribles condiciones de alojamiento en la que se encuentra, en clara violación a los derechos de la infancia. Un grupo de abogados difundió la situación en la que se encontraban cientos de niños migrantes en un solo centro: la instalación de Aduanas y Protección Fronteriza Clint, en Texas.

Según lo reportado, en ese centro no había suministros esenciales de higiene como pañales, jabón, toallas húmedas, ropa limpia, cepillos de dientes ni alimentos adecuados.

Los abogados declararon que los niños estaban en celdas con un baño abierto en medio, sin colchones, sin aseo regular, con la misma ropa sucia con la que fueron capturados, hambrientos e infestados de piojos. Un caldo de cultivo para enfermedades infecciosas.

Activistas reclaman, además, que los agentes se negaron a aceptar donaciones para mejorar la situación de los pequeños.

El escándalo llevó a la reubicación de 250 niños y a la dimisión de John Sanders, encargado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), pero el panorama no es mejor, en su lugar queda un impulsor de las redadas contra migrantes, Mark Morgan.

Al 10 de junio de este año fueron detenidos 52 mil niños que viajaban solos, cifra 60 por ciento mayor al mismo periodo de 2018. Analistas como Sarah Pierce, del Instituto de Política Migratoria, advierten que el endurecimiento de las políticas sólo ha agravó la urgencia por llegar a EU.

Y la desesperación causa tragedias, en días recientes una imagen mostró la realidad de la frontera: el salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años de edad, falleció ahogado en el Río Bravo, abrazando a su hija, Valeria, de 23 meses de vida.

Ante el hecho, Trump, un oportunista electoral, culpó a los demócratas por no cambiar la ley. Ya lo advirtió el representante de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, a Trump sólo le interesa es cumplir con la agenda de sus votantes y esas prioridades tienen un transfondo racista.

Un año ha pasado y la administración de Trump sigue sin tener instalaciones adecuadas y personal capacitado para atender a niños. Eso no da votos.

GOLPE AL NEGOCIO

Bank of America decidió terminar su relación comercial con empresas involucradas en el sector de detención de migrantes, una de las afectadas sería Caliburn que maneja las instalaciones de Homestead, en Florida, donde se ha denunciado que los niños han sufrido daños psicológicos permanentes.

Según el Miami Herald, el pasado martes autoridades del banco visitaron Homestead y decidieron no emitir más crédito. ¿Qué habrán visto?

POR ALEJANDRA MARTÍNEZ

ALEJANDRA.MARTINEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX

@ALEJANDRAMTZ_87