El mexicano más nombrado en Osaka, Japón, en estos días durante el arranque de la cumbre del G-20 no es el presidente Andrés Manuel López Obrador, ni el canciller Marcelo Ebrard, ni el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa —estos dos últimos representantes de AMLO ahí—. No. El mexicano más nombrado es el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett. Resulta que la delegación mexicana que está trabajando allá ha recibido fuertes cuestionamientos de lo que estadounidenses y canadienses ya denominan el “arbitraje Bartlett”.
¿A qué se refieren los representantes de los gobiernos con ese término? Sencillo: al desconcertante litigio arbitral que el director de la CFE inició con IEnova para cambiar y/o anular las cláusulas del contrato del gasoducto Sur de Texas – Tux-pan, que hace varios días fue totalmente terminado, pero para el que la CFE no expide aún el certificado de finalización.
Este tema ya ha pasado por la oficina del secretario de Comercio de Estados Unidos Wilbur Ross, donde desconcertó fuertemente la postura de la energética mexicana debido a que apenas el 12 de abril pasado el presidente AMLO dijo de viva voz en Mérida, durante el US-Mexico CEO Dialogue, que para nuestro país los contratos eran “sagrados”. En aquel momento esa declaración fue un bálsamo para IEnova, dado que su dueña Sempra Energy —la empresa de servicios públicos más grande de California y de Texas—, es la constructora del gasoducto junto con TransCanada.
Bartlett está desatado. Ayer se supo que arrancó otro arbitraje más; es decir, quiere también la revisión de las cláusulas contractuales del gasoducto Samaluya-Sásabe, que pasa por Sonora y Chihuahua y que construyó la empresa de Carlos Slim, llamada Carso Gasoducto Norte.
Fuentes de primer nivel consultadas ayer por la tarde me confirman que, ante las fuertes implicaciones que ha tenido la actitud de la CFE, la propia empresa productiva del estado ha solicitado a las compañías demandadas reuniones individuales para la próxima semana a fin de resolver el tema. La idea, por el momento, es que los arbitrajes continúen (eso quiere la CFE), pero se van a sentar a la mesa con cada una. Las fuentes afirman que otro proceso arbitral, contra Fermaca también se ha iniciado.
Lo paradójico de todo es que los contratos fueron diseñados por la CFE…
Bartlett resuena en Osaka
Estadounidenses y canadienses ya le llaman el “arbitraje Bartlett”