PARÍS. México y Francia han sido aliados estratégicos ante el consejo permanente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros foros multilaterales, así como socios prioritarios para la cooperación educativa, cultural, técnica y científica, pero con la 4T en nuestro país, el gobierno de Emmanuel Macron tiene incertidumbre sobre el rumbo que van a tomar las relaciones bilaterales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador también ha rechazado invitaciones de Macron para viajar a París, como lo ha hecho con otros jefes de Estado que lo han invitado a sentarse para hablar del futuro de las relaciones y su posición frente al mundo.
El desaire más reciente al presidente francés fue para encontrarse de cara a la reunión del G20, del que ambas naciones son integrantes.
Eso lo sabemos porque en nuestra visita reciente a Francia, también pudimos platicar con representantes que son clave del gobierno de Macron y aunque fueron cuidadosos, pudimos percibir preocupación al hablar de la situación por la que atraviesa México, a un año del triunfo de López Obrador y los primeros seis meses de su administración.
Pero se interesaron en tres temas en particular.
El primero tiene que ver con el asunto de las consultas populares del Presidente mexicano para los proyectos de alto impacto en el país, pues involucra inversiones como el Tren Maya, en cuyo rubro, empresas francesas han sido relevantes.
El segundo punto es en relación con los superdelegados en los estados de la República, y el tercero, con el Programa de Desarrollo Integral para México y el Norte de Centroamérica.
En este último rubro fueron muy específicos en el sentido de que están observando con atención lo que ocurre en la frontera norte, sobre todo cuando en este plan inicial, presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), no estaban contempladas las decisiones de última hora a partir de los acuerdos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su despliegue con la Guardia Nacional.
Es probable que el interés tanto de Francia como de otras naciones de esa región del mundo se deba con mayor razón al cabildeo que el canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón realiza con la comunidad europea para pedir aportaciones para atender la avalancha migratoria que atraviesa México, para abordar los problemas que la originan.
Debe ser clave para los franceses saber con seguridad en dónde están parados y quiénes son sus aliados o no, en medio de una sacudida en las relaciones internacionales y las guerras comerciales y tecnológicas por las que atraviesa el mundo.
México, como uno de los principales países de América Latina y vecino de Estados Unidos, no deja de ser clave para Francia, nación que hasta con el gobierno de Enrique Peña Nieto manifestaba con seguridad su alianza comercial y multilateral, pero que ahora con el presidente López Obrador no han entendido el futuro inmediato.
Por ALEJANDRO SÁNCHEZ
Incertidumbre en Francia por sus relaciones con México
El presidente Andrés Manuel López Obrador también ha rechazado invitaciones de Macron para viajar a París, como lo ha hecho con otros jefes de Estado