Continuo en esta colaboración haciendo referencia a los grandes temas en materia político-electoral que se vienen planteando en ambas Cámaras y respecto de los cuales, por salud democrática de nuestra República, para que lleguen a buen término, bien vale la pena abordarlos de manera conjunta y no aislada, así como privilegiar la construcción de amplios consensos, que impliquen aceptación y respeto de todos los actores políticos a las normas constitucionales y legales que se generen.
Ahora nos referiremos a los siguientes temas:
- Estructura de las instituciones encargadas de organizar las elecciones. Con las reformas del año 2014 se estableció, de facto, aunque no lo señala así expresamente la Constitución, la rectoría en materia electoral en todo el país del Instituto Nacional Electoral, asignándosele como funciones para los procesos electorales federales y locales actividades como las de fiscalización, capacitación electoral, las casillas, los lineamientos y reglas que tienen que ver con los mecanismos de resultados electorales (PREP, conteos rápidos, encuestas y sondeos); además, de contar con funciones de administración de los tiempos del estado en radio y televisión, geografía electoral, padrón electoral, etc.
- Adelgazamiento del Poder Legislativo. Muchos se cuestionan el tamaño de nuestras Cámara de Diputados, que cuentan con 500 integrantes y; la de Senadores, que tiene 128 escaños. En este tema hay iniciativas que plantean, incluso, para hacerlas más pequeñas y económicas, hasta la desaparición de los legisladores de representación proporcional.