Desastrado

UNA DE LAS PEORES VERSIONES DEL REAL MADRID MANCILLA SU BRILLANTE HISTORIAL CON MEDIOCRES DESEMPEÑOS

En su eliminación de la Champions, el Real Madrid echó en falta a Zinedine Zidane, Marcelo, Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo. Con Zidane en la sala de su casa, Marcelo en la banca, Ramos en un palco y Cristiano en Italia, a poco podía aspirar el desastrado conjunto merengue. Me detengo un momento con Ramos, ausente del duelo por suspensión. ¿Tiene algo de malo cometer una falta para ganarse una tarjeta de amonestación?, ¿cometer un foul no es parte del juego del futbol?, ¿de cuando a acá la UEFA se puso puritana?, ¿cometer una infracción para hacerse acreedor a una tarjeta amarilla es un acto antideportivo? Se dice que “explicación no pedida, acusación manifiesta”, pero aunque Ramos haya reconocido que se hizo amonestar, el hecho en sí mismo no ameritaba un aumento de la suspensión original. También saltó a la vista —y en qué forma— la ausencia de Cristiano Ronaldo, quien hace unos meses emigró a la Juventus de Turín. El atacante de las cejas depiladas acostumbraba sacar de apuros al equipo de la capital española con su contundencia y su proverbial sentido de competencia. Decía Luka Modric que encontrarle un reemplazo a Ronaldo es casi imposible. Vamos quitándole el casi. Simplemente no se puede sustituir a un jugador como el portugués, en términos de cuota goleadora, personalidad, magnetismo y capacidad para aparecer en los momentos oportunos. Con ello se comprobó que Cristiano le hace más falta al Real Madrid que el Real Madrid al goleador histórico de Madeira. Lo cierto es que en tan sólo siete días, el Real Madrid echó por la borda los tres títulos a los que aspiraba, y para colmo todos los duelos los disputó en casa: primero en la Copa del Rey, donde fue goleado por el Barcelona (0-3); posteriormente cayó ante los propios culés en la Liga (0-1), para alejarse a 12 puntos de la cima, y finalmente sucumbió el martes ante el Ajax (1-4), para redondear una semana de terror para sus aficionados. A falta de seis desangelados partidos de aquí a mayo en el Estadio Santiago Bernabéu, éste es claramente el final de una era. El argentino Santiago Solari no renunciará; y no porque le falten ganas, sino porque se trata de un hombre institucional, que después de este fiasco seguramente continuará dentro de la organización blanca. Al final de la goleada ante el Ajax, un puñado de seguidores del Real Madrid pidió a gritos la dimisión de Florentino Pérez y el retorno al banquillo de José Mourinho. Si bien es cierto que no eran muchos los gritones, la muestra es representativa del sentir de la grada. Mourinho, amigo íntimo del presidente, pudiera estar a las puertas de un retorno, con todo lo que ello acarrearía en cuanto a soberbia, polémicas, broncas y una mano dura implacable, pues ya se sabe que el canoso entrenador es ave de tempestades.  

Por HERIBERTO MURRIETA

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