Es una realidad que las acciones legislativas y las políticas públicas dirigidas a consolidar un ejercicio igualitario de los derechos humanos en el conjunto de la población, cobran eficacia cuando se toma en cuenta el sentir y las necesidades de los grupos involucrados, ello a través de distintos mecanismos, como son los foros de consulta y participación, y muy especialmente a través del trabajo de acercamiento que realizan las instituciones públicas y privadas a los distintos sectores demográficos.
Por ello resulta especialmente interesante y una estrategia mundial acertada, que este año la celebración del Día Internacional de la Mujer haya puesto énfasis en una revalorización de los aportes que las propias mujeres pueden realizar para superar esquemas económicos, políticos y sociales que aún les son adversos, los cuales inhiben su desarrollo integral.
El lema de este 2019, “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, expresa justamente el actual imperativo de avanzar hacia una igualdad sustantiva en cuestión de género, a través de una visión y una estrategia que considere todas las capacidades de las mujeres como uno de los factores decisivos para seguir transformando las realidades.
Con respecto a este tema, Phumzile Mlambo-Ngcuka, secretaria general adjunta de las Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, ha explicado la necesidad de trabajar por la igualdad, sirviéndose de los beneficios que pueden tener la innovación y las nuevas tecnologías, sea para favorecer el acceso de la población femenina a los servicios públicos o proyectando esquemas productivos que puedan resultar más inclusivos para este sector, capitalizando los propios aportes de las mujeres en este campo.
António Guterres, Secretario General de la ONU ha señalado también que el avance hacia una igualdad de las mujeres respecto a los hombres, requiere multiplicar sus liderazgos y su presencia en todos los ámbitos, entre ellos, la innovación y la generación y uso de las tecnologías.
De esta forma, el llamado mundial que este año se ha hecho para impulsar la igualdad de género, tiene un sentido de inclusión tangible, donde elementos como la innovación y la tecnología, definitivos en el actual avance social, en la equidad y en la participación igualitaria en todas las esferas de la vida pública, deben contar con mecanismos y esquemas que consideren a las mujeres de todas las condiciones sociales como partícipes y sujetos activos de estos procesos.
Se trata de que la innovación y la tecnología se constituyan en factores de equilibrio entre géneros; que sean elementos sustantivos de las acciones afirmativas para que la igualdad de las mujeres continúe transitando de los ideales a las realidades concretas.
AUTOR EN TEMAS DE DERECHOS HUMANOS