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Los riesgos de la Guardia Nacional

OPINIÓN

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La aprobación de la Guardia Nacional dará paso a la conformación de una fuerza policial que por el número de efectivos con los que contará, será la más poderosa que se haya creado en la historia del país, con la adición de 50 mil elementos provenientes del ejército y la Marina. Sin embargo, la creación de esta policía implica varios riesgos. 1. Existe el riesgo del reblandecimiento de la disciplina de los militares que se adhieran a la nueva institución porque finalmente van a carecer de los controles que existían en el ámbito castrense. Al día de hoy, la policía no ha desarrollado suficientes mecanismos de control interno dejando crecer la corrupción en la policía federal. La unidad de asuntos internos de la policía federal no es equivalente a la militar que es responsable de la aplicación de los códigos de justicia militar. 2. La capacidad de las instancias encargadas de la certificación tendrían que incrementarse drásticamente para asegurar la aplicación de los controles de confianza a los 50 mil elementos que se adhieran con la Guardia Nacional. Sin embargo este instrumento no se ha mostrado eficaz para garantizar policías confiables en una fuerza inferior a los 40 mil elementos. Con la desaparición del Cisen y la creación del Centro Nacional de Inteligencia adscrito a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la responsabilidad de formar a certificadores a nivel nacional recae en la misma secretaría de la que dependerá la Guardia Nacional, es decir se van autocertificar. En lugar de dejar exclusivamente en manos de la policía el control de la corrupción en su propia institución, debe construirse un órgano independiente. 3. Dado el largo historial de corrupción y falta de profesionalización, los niveles de confianza y aprobación de las instituciones policiales en México han sido crónicamente bajos. De acuerdo con datos del Latinobarómetro 2018 en México, la confianza de la población en la policía se sitúa en 19 por ciento sólo por encima de Venezuela. Mantener los niveles de confianza en la nueva institución dependerá de que exista un modelo eficaz para garantizar que cuando se presenten casos de abusos de la fuerza, violaciones a los derechos humanos y fallas en la cadena de custodia, se conduzcan investigaciones independientes, abiertas e imparciales para sancionar estas conductas. Cabe recordar que aun siendo una institución civil, la Policía Federal reservó por 12 años los datos sobre el operativo en Ecuandureo, Michoacán, en donde resultaron 42 civiles muertos. Ninguna institución policial en el mundo está exenta de corrupción, pero sin la presencia de mecanismos institucionales que minimicen estos riesgos, el carácter civil de la Guardia Nacional no asegura que sus elementos no cometan violaciones a derechos humanos, abusos de fuerza, corrupción o sean incompetentes para desarrollar sus labores. Una vez cerrada la discusión sobre militarización, se debe abrir paso a una verdadera y amplia reforma policial o pronto estaremos hablando de fuerzas armadas auxiliando en labores de seguridad pública. ¿Ya pensaron en los mecanismos políticos, administrativos y operativos que garanticen la integridad, la disciplina y el control sobre 80 mil elementos adscritos a la nueva Guardia Nacional?  

Director de riesgos de Etellekt

@etellekt_