La línea ideológica más recalcitrante de la 4T, representada por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y secundada por Manuel Bartlett, quien trae la espina clavada con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) después de la resolución del tema de los gasoductos, ha dejado perplejos a inversionistas nacionales y extranjeros que están pensando en participar en proyectos del sector. Son absurdas algunas decisiones que en la materia ha tomado esa “parejita de resentidos sociales”, se quejan algunos.
La semana pasada, el CCE manifestó públicamente su preocupación y sorpresa por la eliminación de la regulación asimétrica en Pemex TRI, hecha por la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Con ello se afecta de manera grave la libre competencia en el mercado de petrolíferos en México, se genera incertidumbre y se vulnera la confianza de los inversionistas y los consumidores finales, puesto que ahora Pemex podrá ejercer su posición dominante en la venta de hidrocarburos sin restricción alguna, expresó el organismo empresarial.
Pese a que el gobierno federal se había comprometido a no introducir modificaciones en la regulación del ámbito energético, esta medida es un nuevo cambio de reglas de juego, que se suma a la decisión tomada sobre los Certificados de Energía Limpia (CEL) en fechas recientes, agregaron los perplejos del CCE. Y advirtieron que estas decisiones no abonan a mejorar el clima de negocios, y tampoco representan una ventaja importante para Pemex o para la CFE.
La eliminación de la regulación asimétrica permite a Petróleos Mexicanos establecer, con discrecionalidad y sin mecanismos de rendición de cuentas, precios discriminatorios de manera unilateral, sin intervención de las autoridades. Lo anterior genera un clima de incertidumbre en el marco regulatorio existente, destruye la certeza jurídica, afecta el clima de inversión e inhibe la participación de mayores prestadores de servicios y de una oferta diferenciada en beneficio del consumidor.
Ingenuamente, el Consejo Coordinador Empresarial exhortó a las autoridades del sector, y en particular a los órganos reguladores en materia energética, a reconsiderar las resoluciones antes expuestas, no sin antes recordar que el sector energético es uno de los principales detonantes de la inversión en México, y reiterar que la apertura a la participación privada en dicho sector permite complementar las inversiones necesarias para detonar un plan de inversión que permita atraer capitales que generen empleos y crecimiento económico.
La titular de Energía y el director de la CFE parece que les respondieron a los del CCE: Me vale madres su preocupación y lo que piensen. ¡Aquí nada más nuestros chicharrones truenan! Y aunque se quejen con nuestro jefe, patrón y guía espiritual, ni los va a ver y mucho menos a escuchar. Nosotros vamos a seguir metiendo reversa a la Reforma Energética que promovieron y aprobaron los neoliberales, amenazaron.
(Esta columna reanudará su publicación el 6 de enero. ¡Feliz Año 2020!)
POR LUIS SOTO
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