Bomba de tiempo

Accidentes en mercados revelan la carencia de instalaciones adecuadas

Los mercados públicos de la Ciudad de México son una bomba de tiempo, y si no se toman medidas adecuadas de protección civil, inclusive coercitivas para obligar al cumplimiento de los mínimos estándares de seguridad, en el corto o mediano plazo lamentaremos una tragedia que puede arrojar decenas y hasta centenares de víctimas.

Todos sabemos que los mercados tanto establecidos como itinerantes tienen un origen prehispánico; están en nuestro ADN social, cultural e histórico.

Pero también se han vuelto intocables. Accidentes como los tres ocurridos en la última semana, lo único que han revelado es la carencia de instalaciones adecuadas, programas de protección civil, cuadrillas de ayuda en caso de siniestro y que estos espacios de comercio popular se mueven en una total impunidad con el robo de energía eléctrica.

Más allá de que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México determine que los incendios de los mercados de San Cosme, Abelardo Rodríguez y la Merced hayan sido causados por negligencia, error humano o provocados, lo que quedó al descubierto es la nula capacidad de reacción ante estos incidentes y que en estos casos el robo de energía eléctrica, el uso de diablitos y el tendido de cables por los mercados está íntimamente ligado a estos incendios.

En el incendio de la Merced, una locataria entrevistada por el Heraldo Radio reveló que no había extintores, que en la zona que se empezó a incendiar tuvieron que usar agua de los drenajes para tratar de controlar el fuego. Don Alfredo perdió su local donde vendía materias primas. Él nos narró que al interior de un local ya cerrado se produjo un corto circuito y una vez iniciado el fuego, trataron de controlarlo con agua, acción que provocó que el fuego se avivara y corriera más rápido impidiendo llegar a los hidrantes.

No hay capacitación, no hay conocimiento de que el fuego eléctrico no se apaga con agua, no hay extintores para fuego eléctrico o químico, las acciones heroicas de los locatarios se realizaron sin coordinación. El incendio inició a las 21:30 horas, cuando casi no había personal. Si esto hubiese ocurrido en una hora pico, estaríamos ante otro tipo de desastre.

Los incendios han dejado al descubierto la falta de planes de protección civil, que las entradas y salidas de emergencia están bloqueadas por ambulantes, que los bomberos llegan sin agua y después de muchos minutos. Si lo que pasó en la Merced ocurre en concentraciones comerciales como las del Metro Tacubaya, Observatorio o Tacuba, por citar algunos, el resultado será muy doloroso. Que esto sea un llamado a tiempo.

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CORAZÓN QUE SÍ SIENTE: La otra cara del incendio. Locatarios de la Merced y autoridades capitalinas avanzan coordinadamente en la limpieza para reiniciar las ventas de fin de año. Cuando nos damos la mano, somos más fuertes. Feliz inicio de 2020.

POR JESÚS MARTÍN MENDOZA

JESUS.MARTIN.MENDOZA001@GMAIL.COM 

@JESUSMARTINMX

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