Arranco con mi ranking de lo peor que vi con una que generó altas expectativas desde que se dio a conocer el tráiler de la misma, El Rey León, que si bien no aborrecí, no logré conectar y creo que el primer error fue hacer de la maravillosa historia de Disney Animation Pictures una cinta en live action.
Como dice mi adorado Juan Gabriel: ¿Pero qué necesidad? Y de ahí se desprenden las debilidades, pues si bien pareciera un documental de Nat Geo, eso le juega en contra, pues como que hace corto circuito ver a los animales “hablando” y no se siente real.
Otro que prometía mucho fue Proyecto Géminis, la última de Will Smith que se quedó como una cinta floja, cuya historia no se sintió novedosa y los efectos especiales, con todo y el maravilloso rejuvenecimiento de Smith, dejaron mucho que desear.
Para decepciones, Glass, el cierre de la trilogía de M. Night Shyamalan, que comenzó en 2000 con El Protegido, siguió en 2016 con Fragmentado y culminó en este 2019 con el filme que reunió por primera vez a los tres excéntricos personajes de esta especie de franquicia, que hizo mucho ruido y pocas nueces, pues el cineasta se enredó de más con esta última.
Ya que estamos en territorio cómic, hay que hablar del fracaso de X-Men: Dark Phoenix, que prometía hacer un cierre espectacular de la saga de los mutantes, y lejos de eso, se quedó en medio. Ni fu, ni fa. Un caso similar es el de Hellboy, que nunca entendí su razón de ser y el por qué alguien querría rehacer la genial historia que ya nos había regalado el aún más genial Guillermo del Toro. Como era de esperarse, la película resultó ser un plomazo.
Si de franquicias se trata Godzilla II: El Rey de los Monstruos, también se estrenó provocando un caos en la taquilla mundial, pues la segunda película del llamado Monstruoverso no funcionó. Y agárrense porque se nos viene Godzilla vs Kong.
Y para cerrar lo peor, hay que hablar del género de terror, en donde como ya es costumbre, fueron varias producciones las que dieron mucho de que hablar. Empezando por El Muñeco Diabólico, reboot de la versión original de los 80, que honestamente tampoco tendría por qué haber existido. Terrible guión, casting y tono de la cinta. En ese mismo tenor está el filme La Posesión de Mary, que con todo y que fue protagonizado por el gran Gary Oldman, ese barco nunca logró zarpar.
En resumen: Mucho reboot y secuelas innecesarias que ensucian la cartelera, llenándola de pura paja. Y les tengo una noticia, 2020 viene con más de lo mismo. Ni hablar...
POR LINET PUENTE
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