Faltan pocos días para que termine 2019 y las dos fuerzas que buscan regular al outsourcing aún no acaban de acomodar sus fichas.
La iniciativa del senador Napoleón Gómez Urrutia acusa a las empresas de utilizar esta figura para disminuir su carga fiscal, un grupo de empresarios defienden su papel. Lo cierto es que en 2020 se dará a conocer a las empresas que utilizan este esquema para no otorgarles seguridad social a sus trabajadores y no repartir utilidades.
Hay una lista y algunos gobernadores ya la tienen, estamos hablando de empresas que están en el sector manufacturero, que incluso son trasnacionales y que la lupa están en las que operan en la frontera norte del país, son las del sector tecnológico y manufacturero.
Nos cuentan que para lavarse las manos han prometido inversiones en este rubro y justifican sus acciones, tras la compra de sus componentes con otras empresas, sin embargo, en el equipo de Napoleón Gómez Urrutia ya se habla de un par de empresas que funcionan, como dicen ellos, como facilitadoras de la explotación laboral, que no “otorgan salarios adecuados, además de que cotizan con montos menores ante el Seguro Social, afectando los cálculos de jubilación de los trabajadores”.
Para sus opositores, es la carta perversa que tiene bajo la manga Napoleón Gómez Urrutia en cuanto se discuta en el Pleno del Senado, porque justamente sabe que le habla a los trabajadores de base, a los que de acuerdo con el Inegi de Julio A. Santaella, la mitad de la población que tiene un empleo formal apenas gana 6 mil pesos y son personas que bajo este esquema no generan antigüedad en la compañía, al no tener una relación legal con su empresa.
El senador Ricardo Monreal pide “no satanizar” a los empresarios quienes han defendido este esquema, hay 8 millones de personas que se encuentran bajo esta figura y la cúpula del sector patronal ruega porque Napoleón no se salga con la suya, incluso ya han agendado un par de reuniones la Coparmex de Gustavo A. De Hoyos y el CCE de Carlos Salazar para formular la ofensiva.
LA PROMESA DEL AÑO
¿Por qué los vendedores de casas no quieren que se les pague con un crédito del Infonavit? Porque después de haber concretado la compra-venta, un vendedor tarda más de tres meses en recibir su dinero. En los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto prometieron reducir este trámite en menos de 45 días, comprometieron incluso a la banca, a los notarios públicos e hicieron eventos en conjunto, pero por más esfuerzos no fue posible.
Todo esto se debe a la ineficiente tecnología que prevalece, los sistemas bancarios , junto con los del Infonavit no se hablan y genera que el pago tarde tanto tiempo.
Carlos Martínez, director general del Instituto, prometió cambiar la historia, asegura que ya están apretando las tuercas, que ya se está modificando el sistema para que las próximas compra-ventas no se caigan en 2020 ¿Será?
POR ENGGE CHAVARRÍA
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@ENGGECHAVARRIA
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