La narrativa que nos acompañó durante todo el año fue una de lucha de igualdad de género, inclusión y empoderamiento femenino. Espero haber logrado cada domingo, con este espacio, aportar un granito de arena a este movimiento mundial y ser una voz a esta causa.
Sin menos importancia al tema de tolerancia e inclusión, que ha sido protagonista también en nuestra sociedad. Otro tema fue el de la revolución digital y la forma en que ha afectado directa e indirectamente a la industria de la moda y estilo de vida, marketing, publicidad y la problemática que conlleva este desarrollo, así como sus ventajas y desventajas. Los influencers y fake news tomaron gran parte de mi espacio desde una perspectiva de análisis y comprensión, siempre documentado los hechos y con datos contables. Quizá lo más recurrente fue el realizar con todos estos análisis de campo qué tan apartados de nosotros mismos vivimos debido a todo lo que sucede en nuestro alrededor. Estamos sin estar. Como me dijo Robert Greene, en su más reciente visita, a CDMX, “hoy la tecnología inspira fervor religioso. La gente tiene una necesidad desesperada de creer en algo y lo hallará en cualquier parte”. Despedimos una década en que se le puso nombre a los conceptos que siempre han existido como: bullying, acoso sexual, mobbing, entre otros. Vimos nacer el movimiento #metoo, tomando una fuerza de impacto mundial.
En 2019 fuimos testigos y parte de marchas en contra de la violencia de género; así como también, desgraciadamente, atestiguamos el crecimiento de los casos de feminicidios en nuestro país: de enero a julio fueron 610 casos de víctimas de homicidios dolosos, lo que es igual a una mujer asesinada cada tres horas.
Cifras alarmantes. Momento de replantearnos nuestra educación deficiente con respecto al rol de género y las actitudes que tomamos y aceptamos, debemos reflexionar y reeducarnos para dejar atrás patrones, prejuicios y estereotipos.
Un año de crecimiento y aprendizaje que nos prepara para tener una visión más clara de lo que 2020 nos depara. Nueva década, hoja en blanco.
Personalmente, con una visión 20/20, clara y oportuna de quién soy, a dónde quiero ir y con quién, pero, sobre todo. de cómo quiero llegar. Lo mismo deseo para ti, un nuevo comienzo, pendiente y atento de todo, pero sobre todo de ti. Conociendo tus alcances y limitaciones, tus defectos y virtudes, y aprendiendo a convivir con ellos. Viviendo en el presente, con libertad y en un camino de dignidad e integridad. Te invito a vivir DESPIERTO. Sin temer a los sentimientos incómodos, ya que como dice la Dra. Joan Rosenberg, estos sirven para crecer espiritualmente, no debemos distraernos de ellos, hay que vivirlos. Estos sentimientos son tristeza, vergüenza, enojo, vulnerabilidad, frustración, decepción. ¡Pero la buena noticia es que no duran para siempre! Duran máximo de 60 a 90 minutos, por eso hay que identificarlos, vivirlos, aguantarlos y aprender el camino de regreso a uno mismo.
POR BRENDA JAET
@BRENDAJAETK
lctl