Una carta con buenos deseos

Ruego porque la gente no se sienta insegura al salir, que quien aborde un taxi, no sienta que será la última vez

Se acerca Navidad, tiempo de ilusionarse con deseos que perduren durante el próximo año, de dejar de lado la realidad e imaginar que podemos pedir lo que más anhelamos.

Por ello, para no dejar pasar estas poderosas y mágicas fechas, escribo mi cartita con algunos deseos:

Deseo que México crezca económicamente, de verdad, no con otros datos ni basándonos en la supuesta felicidad de la gente.

Deseo que por lo menos no exista un retroceso y los números negativos queden una década atrás. Nadie puede negar que crecer, aunque algunos digan lo contrario, siempre traerá beneficios, generalmente para los más humildes.

También me gustaría que la creación de empleos formales en el país no decrezca.

Que volvamos a los años en que se generaban casi un millón de empleos anuales, a esas cifras que realmente ayudan a la población y su bienestar. Empleos nuevos, bien pagados y con seguridad social.

Que no se cancelen proyectos generadores de empleo y de bienestar, que los caprichos queden atrás y se piense en lo que le conviene al país.

Y si es posible, que le permita recapacitar a quienes tengan que recapacitar este año.

Si no es mucho pedir, estaría increíble que la productividad laboral no fuera a la baja el próximo año, que a partir de aprovechar mejor los recursos que ya tenemos, produzcamos más y se genere crecimiento económico en consecuencia.

Que este año no sea al revés. Los mexicanos somos fregones, ¿quiénes mejores que nosotros para poder hacer más con menos.

Ya de pilón, si me porte bien este año, pediría que la deuda pública no incrementara, como se llegó a prometer en últimas campañas, o ya, de menos, como único regalo, que no incremente más allá que el Producto Interno Bruto.

Este año tuvimos la promesa, esperemos que para el próximo nos regalen la realidad. El que sigue ya no se puede culpar a los de antes.

Para el final, dejé mi más grande deseo, el que, podría dejar todos con tal de que se me cumpla.

Ruego por que el próximo año, la gente no se sienta insegura al salir de su casa, que quien aborde un taxi, no sienta que será la última vez, que cuando una madre, hermana, prima o amiga, se despida de su familia esté segura de que los volverá a ver.

Que nunca más leamos que pasan nueve meses de la muerte de un menor sin que se identifique el cadáver o el culpable.

Que jamás vuelvan a crearse apodos para bandas como Los Porkys, Los Monstruos o Los Pelones, que no sea necesario ya.

Estoy segura, que debe haber alguien más por ahí con el mismo anhelo, a ver si, sumando las mejores vibras de quienes queremos lo mismo, logramos alguno de estos deseos. Al tiempo…

POR AZUL ETCHEVERRY
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@AZULETCHEVERRY

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